Lucha contra el coronavirus: “Las científicas Carrillo y Gamarnik son heroínas nacionales”

la especialista en sociología de la ciencia Fernanda Beigel reflexionó sobre los desafíos y limitaciones que tiene el campo científico frente a la pandemia. ¿Es una oportunidad para democratizar el conocimiento? ¿Faltan mujeres en ciencia?
 

Por Josefina Figueroa

Fuente: Agencia Paco Urondo

Fernanda Beigel es socióloga investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), con sede en el Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales de Mendoza. También se desempeña como profesora titular de Sociología Latinoamericana en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCU) y será representante latinoamericana en la UNESCO como integrante de la comisión que reúne a los científicos y científicas mas prestigiosos de la región. En diálogo con APU analizó el rol, los alcances y restricciones de la ciencia en el marco de la pandemia. 

APU: ¿En qué consiste la sociología de la ciencia y cómo se desarrolla su trabajo en términos prácticos?

Fernanda Beigel: La sociología de la ciencia es una especialidad de la sociología. Apunta justamente a observar la inserción de la ciencia en la sociedad y viceversa. Es decir que también estudiamos el interior del mundo científico para comprender qué peso tienen estas estructuras con la sociedad y en el desarrollo mismo de la ciencia. Es una disciplina de larga existencia.

APU: Pronto integrará el Comité Consultivo de Ciencia Abierta de la UNESCO. ¿En qué consiste ese espacio y representación? 

Fernanda Beigel: Es un comité de expertos que se conforma con 24 personas y tiene una representación regional. Quedé seleccionada junto a un representante de Brasil, una de Venezuela y otro de Uruguay. Estas cuatro persona nos sentaremos a trabajar en el Comité Consultivo junto a otras 20 personas de diferentes regiones del mundo, para ir consensuando un texto de recomendación de UNESCO sobre cambios para las comunidades científicas de los países, apuntando a un cambio global de lo que hoy es la ciencia. El objetivo es pasar de una ciencia más bien cerrada,  restringida  y atravesada por barreras comerciales, a una ciencia abierta. Tanto en el acceso inmediato de las tecnologías como internet a las publicaciones científicas, como también abrir los procesos de la propia investigación, evaluación y la importancia de la participación ciudadana. Es decir, la ampliación de la ciencia a su entorno social para mejorar su impacto en las necesidades sociales. 

APU: Con la llegada del COVID-19 el mundo de la ciencia ha pasado a estar en un primer plano por la necesidad de respuestas y de información. ¿Cómo analiza este proceso?

Fernanda Beigel: Efectivamente, con la llegada del COVID, la ciencia no solamente se presenta a la población como algo indispensable sino que también se han visualizado las restricciones de la ciencia. La repentina  apertura a revistas, editoriales y libros develan cuántas restricciones hay en el acceso a la ciencia. Por otro lado, la necesidad de que ésta conversación universal  de la ciencia ecuménica, digamos, no tenga trabas comerciales que restrinjan el acceso de países más pobres a su suscripción. 

APU: En Argentina venimos de cuatro años de recortes en el sector científico. Sin embargo, en estas semanas se elaboraron test rápidos y posibles tratamientos con plasma de personas recuperadas del virus. ¿En qué instancia se encuentra el campo científico argentino en relación a la región y el mundo?

Fernanda Beigel: Los cuatro años de recorte que vivimos durante el gobierno de Macri generaron daños muy importantes tanto a la continuidad en los equipos de investigación por la disminución de las vacantes de ingreso, los insumos, los subsidios con los cuales se mantienen los equipos y los proyectos. Ahora, la expansión que tuvo el campo científico argentino entre 2004 y 2015 fue tan importante que generó una base o infraestructura científica muy sólida. Si teníamos otro gobierno de Macri ya no sé si subsistíamos pero lo cierto es que logró sobrevivir por las capacidades y recursos humanos que se habían logrado. Esas capacidades potenciadas por un nuevo gobierno que nos dio una gran esperanza de recuperación, hizo que toda la comunidad científica esté a disposición. Eso se nota en el esfuerzo sobrehumano que han hecho los equipos en estos meses para lograr los resultados que vemos. Son muchos años de acumulación de conocimiento.  

APU: En los medios de comunicación, la mayoría de las fuentes científicas consultadas son hombres. ¿A qué considera que puede deberse esto? ¿Faltan mujeres en ciencia?

Fernanda Beigel: Es muy interesante eso que planteas. Las asimetrías de género se manifiestan en la mayoría de los organismos de ciencia y técnica de todo el mundo, no sólo en nuestro país. Todavía no se alcanza a representar lo que la mujer ha avanzado, en los espacios y estructuras de poder. El lugar donde particularmente se manifiestan esas asimetrías de género es justamente en los lugares de  toma de decisión de los institutos y espacios de gestión. Sin embargo, las mujeres han tenido un rol muy relevante en los test descubiertos y construidos recientemente en Argentina. Entonces, por más que los medios convoquen a hombres para hablar sobre el tema, Carolina Carrillo y Andrea Gamarnik, son dos de las heroínas nacionales más importantes en este momento. 

APU: Teniendo en cuenta que las Naturales no son las únicas ciencias, ¿se están realizando investigaciones a nivel social y antropológico del COVID?

Fernanda Beigel: Todas las investigaciones sobre COVID o las que más se muestran son de ciencias naturales y son las que están buscando salvar vidas a través de vacunas y test. Pero desde que esta pandemia se dio a conocer, nuestro ministerio de Ciencia y Tecnología tuvo una reacción muy rápida en todas las disciplinas. Entonces, a poco de andar la situación de emergencia, en la unidad coronavirus del MINCyT y CONICET, se lanzó un relevamiento nacional que convocó a novecientos investigadores de las ciencias humanas  de CONICET y las universidades nacionales. Ese relevamiento fue muy importante. Se generó un informe sobre situaciones de riesgo y vulnerabilidad en sectores sociales de todas las provincias argentinas. Así que ahí tenemos un mapa de problemas específicos de COVID y se están encarando investigaciones en esta  área. 

APU: ¿Piensa que el COVID-19 es una oportunidad para pensar una relación y comunicación diferente de nuestra sociedad con la ciencia?

Fernanda Beigel: Si, totalmente. Creo que este contexto ha dejado muy claro en la ciudadanía la relevancia que tiene la ciencia para la supervivencia y la relevancia que tiene una política de Estado que estimule el desarrollo científico. Por otro lado pienso que la propia ciencia, el mundo científico advierte que la vieja discusión sobre la utilidad de la ciencia y su importancia de vincular la ciencia con las necesidades sociales, está más vigente que nunca. Al mismo tiempo la necesidad de democratiza y abrir la ciencia a la ciudadanía en los procesos de evaluación y selección. Todos esos ejes son los que esta pandemia nos muestra muy claro.