Miles de personas se hicieron presentes en la “Marcha de la Gorra”

Cobertura: Bautista Monferato / Fotos: Lihuel Cuesta

A pocos días del asesinato de Lucas González a manos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, una multitud se hizo oír en las calles para ponerle un freno a la violencia institucional.

Una numerosa cantidad de personas, donde la juventud y las organizaciones sociales sobresalieron, marcharon ayer por la tarde contra el gatillo fácil. y en reclamo de justicia para las víctimas de violencia institucional, con una fuerte presencia de conmoción por el caso de Lucas.

La movilización de estos cientos de manifestantes fue por la Avenida de Mayo, desde el Obelisco hacia el Congreso Nacional, en un recorrido liberado para el avance de la marcha. Bombos y cánticos acompañaban los característicos carteles con insignias como “Nunca seré policía”, “Mi gorra no mata, la tuya sí”, “Mi ropa no es delito”, “Mi color no es delito”, y por supuesto, los correspondientes al pedido de justicia por cada víctima.

Red Informativa dialogó en el lugar de los hechos con Valeria, referente de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), quien manifestó: “Como parte de las organizaciones que coordinan esta marcha desde su comienzo, notamos pocos cambios por parte del Estado para hacer oído a nuestros reclamos”.

“Estas manifestaciones empezaron hace bastante tiempo, y hace cinco años que se realiza de manera ininterrumpida en la Ciudad De Buenos Aires, cada vez con más gente participando en esta exigencia de respuestas”, continuó.

“Siempre asumimos, como organización, el compromiso de militar contra el gatillo fácil, la violencias institucional y la represión a manos de las fuerzas de seguridad del Estado. Lo que nos preocupa es que esa militancia tenga que ser cada vez mas ruidosa para que nos escuchen”, extendió.

Finalmente, hizo referencia al caso más reciente: “”El caso de Lucas González es un ejemplo de lo que venimos denunciando hace años, que es la incursión permanente de la policía en los barrios, con un claro hostigamiento a sus habitantes y la estigmatización como protagonistas. Así se terminan efectuando los asesinatos a manos de quienes deberían cuidarnos”.

Una vez que las columnas, conformadas mayoritariamente por jóvenes, llegaron a Plaza Congreso, dirigentes enrolados en la Corriente Clasista Combativa, Juventud Peronista, Frente de Izquierda, Utep, Patria Grande, Correpi, Confluencia, JP Evita y La Cámpora, entre otros, leyeron un documento común, bajo el título “Violencia institucional, nunca más. Seguridad es trabajo y educación“.

“Basta de genocidio, la policía es responsable”; “Nunca más gatillo fácil” eran las consignas más repetidas, mientras sonaban instrumentos de viento y bombos a medida que avanzaban los jóvenes. Incluso, algunos de los manifestantes llevaban escrito en el cuerpo con pintura roja “Ni una bala +” y “Ni un pibe menos”.

Además del caso de Lucas González, se rememoraron otros como el de Luciano Arruga, joven desaparecido en 2009 a manos de la policía federal por negarse a robar para ellos, y cuyo cuerpo recién fue hallado en 2014, enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita, así como el de Santiago Maldonado el artesano asesinado por Gendarmería Nacional, luego de haber estado desaparecido durante 78 días tras una represión en Chubut en el 2017.

También se hizo muy presente el reclamo por Facundo Astudillo Castro, el joven víctima de la policía bonaerense, que estuvo desaparecido en abril del 2020 de la localidad de Pedro Luro, en el sur de la provincia de Buenos Aires, cuyos restos fueron hallados casi cuatro meses después, junto a muchos otros que ni siquiera alcanzaron la repercusión necesaria.

Ya el jueves pasado, organizaciones sociales y colectivos contra la violencia institucional llevaron a cabo en Córdoba la 14° edición de “La Marcha de la Gorra” con una manifestación que se concentró en la intersección de Colón y General Paz, en pleno centro de la capital mediterránea.

el artesano hallado muerto luego de haber estado desaparecido durante 78 días tras una represión de Gendarmería Nacional en Chubut en el 2017, y varias fotografías de Astudillo Castro, el joven desaparecido en abril del 2020 de la localidad de Pedro Luro, en el sur de la provincia de Buenos Aires, cuyos restos fueron hallados casi cuatro meses después.