El exmandatario de Brasil será recibido por Alberto Fernández, quien en plena campaña electoral en 2019, viajó a Curitiba para visitarlo en prisión. Según las encuestas, Lula es amplio favorito a vencer en los comicios presidenciales de su país en el 2022.
El expresidente brasileño Luiz Inácio “Lula” da Silva, favorito en las encuestas a ganar en primera vuelta las elecciones de octubre de 2022, tendrá una agenda política, institucional y sindical durante su visita a la Argentina, que se iniciará oficialmente el próximo viernes 10, según informó este miércoles la oficina de prensa del exmandatario en San Pablo.
Lula se reunirá en la Casa de Gobierno con el presidente Alberto Fernández el viernes, tras lo cual recibirá el Premio Azucena Villalor, entregado a los defensores de los derechos humanos y establecido en 2003 por el expresidente Néstor Kirchner.
De acuerdo a un texto difundido por allegados a Lula, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) participará también del acto del Día de los Derechos Humanos y el Día de la Democracia el viernes, al lado del Jefe de Estado argentino y de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“‘Lula’ también será homenajeado por su lucha contra el Lawfare, el abuso de la Justicia para alcanzar objetivo políticos e ilegítimos”, dice el comunicado, que indica que la ceremonia también será encabezada el viernes por el presidente Fernández en la Casa de Gobierno.
El sábado, el exsindicalista metalúrgico líder del Partido de los Trabajadores (PT) tendrá un encuentro con dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
Lula había prometido realizar un viaje a la Argentina en gratitud hacia el presidente y la vicepresidenta tras haber pasado 580 días en la prisión en la ciudad de Curitiba por una causa de corrupción que fue anulada por manipulación y Lawfare cometidos en el marco de la Operación Lava Jato y el exjuez Sérgio Moro.
Alberto Fernández visitó a Lula en la prisión durante su campaña electoral de 2019 y denunció internacionalmente la manipulación de la justicia para actuar con fines políticos contra el líder sindical y fundador del mayor partido de izquierdas de América Latina.
Cuando Lula ofreció su primera conferencia de prensa en marzo pasado tras la anulación de sus procesos y condenas por parte del Supremo Tribunal Federal, agradeció al presidente Fernández por su apoyo en un momento clave como lo es una campaña electoral.
La visita de Lula, de 76 años, ocurre en medio de un proceso de construcción política para su candidatura, aún no oficializada por parte del PT. Lula se encuentra conversando con el exgobernador paulista Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) la posible conformación de una alianza y hasta de una fórmula presidencial que represente a parte de la centroderecha conservadora.
La política de alianzas para lograr al menos 40% de oficialismo en el Congreso es tenida como un objetivo del expresidente “Lula” para poder llevar adelante su agenda de gestión.
En 2002, Lula obtuvo su primer triunfo electoral luego de tres derrotas, acompañado en la fórmula por un candidato a vicepresidente que no era de izquierdas: el empresario de perfil nacional-desarrollista José Alencar.
El mismo modelo parece ser usado por el exmandatario brasileño con la hipótesis Alckmin, que depende de varios factores, como la posible afiliación del exgobernador paulista al Partido Socialista Brasileño (PSB) o al Partido Social Demócrata (PSB), que formarían parte de la base de un eventual gobierno a partir de 2023. Lula derrotó en 2006, cuando se jugó la reelección, a Alckmin, en segunda vuelta.
En 2020, durante un encuentro ante corresponsales extranjeros en San Pablo, el líder del PT había respondido a una pregunta de Télam sobre el modelo victorioso aplicado por el Frente de Todos (FdT) en la Argentina para vencer en primera vuelta a Mauricio Macri en las elecciones de ese año.
“En Argentina pasa algo que yo no logro entender de la política, porque todos, con excepción de la derecha, parecen ser del mismo partido. Un día haré un curso de política argentina para ver cómo pueden pensar tan diferente y vivir mucho juntos”, señaló “Lula”, entre risas, ante una pregunta de esta agencia.
Y completó la idea: “Es algo fantástico, realmente, lo de la Argentina. Es un país que necesita ser estudiado con cariño porque es un pueblo al que le tengo un profundo respeto”
Durante su Presidencia, en una de las visitas realizadas a Buenos Aires, declaró que si fuera argentino “sería peronista y de Boca Juniors”.
En aquel momento Lula estaba inhabilitado por sus condenas en la Operación Lava Jato, sobre todo por la cual fue sentenciado a prisión, la que involucra a un departamento en Guarujá, balneario paulista.
Esa causa fue archivada definitivamente este martes por la fiscalía de Brasilia, que la cerró luego de que la anulara por parcialidad el Supremo Tribunal Federal.
El exjuez Sérgio Moro que condenó a Lula y lo inhabilitó de las elecciones de 2018 pasó luego al Gobierno de Jair Bolsonaro como ministro de Justicia y ahora se lanzó a la liza electoral afiliándose al partido Podemos para disputar la presidencia.
Considerado imparcial por la Corte, Moro está tercero en las encuestas con 11% y de esta forma divide al público de Bolsonaro, que se encuentra en un promedio de 25% de intención de voto.
La nueva visita de Lula a Buenos Aires también coincide con el lanzamiento de la biografía escrita por el consagrado periodista Fernando Morais -amigo de Lula hace más de cuatro décadas- que destaca la visita que Alberto Fernández le hizo a Lula en la prisión, en la ciudad de Curitiba.
“Alberto Fernández abandonó una campaña dificilísima en la Argentina para venir a Curitiba en su nombre y el de su vice, Cristina Fernández de Kirchner, a visitar a Lula, incluso sabiendo que el viaje era una gran excusa para sus adversarios de la derecha. Vino y ganó la elección”, escribe Morais en un trecho del primer capítulo.
Una fotografía de Alberto Fernández con una gorra con la inscripción ‘Lula Livre” (en portugués) forma parte las imágenes del libro.
