Asesinatos en Colombia con grupos paramilitares involucrados

En lo que transcurso del 2021 ya son ocho las masacres acontecidas, con un número de 17 líderes sociales asesinados y más de 20 ciudadanos muertos.

La última tuvo lugar el pasado viernes 29 de enero, cuando un grupo de hombres armados que se identificaron como parte de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), ingresaron violentamente a una finca situada en el sector de Las Tranquilas y dispararon contra tres campesinos. Otras siete personas que se hallaban en el lugar consiguieron huir.

La Defensoría del Pueblo ordenó activar la ruta de protección de derechos de las personas afectadas, la misma que informó que las estructuras armadas pertenecerían a agrupamientos paramilitares que se van desplazando y ampliando sus sedes. Aproximadamente 400 personas de 80 familias diferentes se encuentran en búsqueda de cuidado y salida, ya que se establecen en las veredas, pero nada les garantiza un retorno seguro.

Este hecho llegó a ser el octavo asesinato colectivo de tres o más personas en lo que va del año, según el registro que lleva contabilizado el Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz).

La última matanza tiene como antecedente cercano el homicidio de cinco jóvenes entre 17 y 18 años, que festejaban la despedida de otros compañeros previo a su viaje de estudios. Esto sucedió en el municipio de Buga, cuando tres hombres armados irrumpieron en el campo del festejo a las dos de la mañana para acribillar a los adolescentes. La hipótesis más concreta que se maneja es que iban en búsqueda de un secuestro.

Ya habían existido advertencias por parte de La Defensoría en marzo, agosto y noviembre de 2020, acerca de la presencia de diversas organizaciones armadas ilegales en las zonas de Cúcuta, Tibú (donde fue la última masacre), Puerto Santander y Villa del Rosario. La presidencia, la fiscalía y el ejército manifestaron condolencias y anunciaron investigaciones y desplazamientos en dichas zonas, aunque hasta el momento han resultado poco efectivas.

Todas las masacres registradas tienen un punto en común: un evento social en un lugar remoto del país donde grupos ilegales con armas en mano ejercen control. En algunas se estipula que intentaban formar corredores para la exportación de droga.

Entre los exterminados hay 17 líderes sociales, siendo el caso mas reciente el de Miguel Uribe de 39 años, quien fue disparado en el abdomen y decapitado en Antioquia. Oficialmente se desconocen los responsables, aunque se culpabiliza desde la opinión pública a los mismos sectores.

Entre 86% y 94% de los homicidios dolosos en Colombia quedan impunes, según datos oficiales. De lo que no hay cifras concretas es de cuánta complicidad estatal hay en estas acciones.

Mientras tanto, la ciudadanía apela a protestas exigiendo mayor respuesta y una ocupación certera a las autoridades correspondientes.