Los dos países son históricos rivales y han tenido profundas diferencias en temas considerados centrales por ellos: el reconocimiento del genocidio armenio por parte del Imperio Otomano y el conflicto armado por el enclave Nagorno Karabaj en Azerbaiyán.
El canciller de Armenia, Ararat Mirzoyan, aseguró que su gobierno “está listo” para establecer relaciones diplomáticas con Turquía y poner fin a una rivalidad que tiene profundas raíces históricas -principalmente el reconocimiento del genocidio armenio en la Primera Guerra Mundial- y que volvió a ganar fuerza en los últimos años cuando Ankara apoyó a Azerbaiyán en la guerra por recuperar parte del enclave armenio de Nagorno Karabaj en 2020.
El mismo gobierno armenio que quedó en jaque a finales de 2020 por las protestas masivas que generó la firma de un acuerdo con Azerbaiyán, Turquía y Rusia que puso fin a la guerra en Nagorno Kabaraj y otorgó más territorio a Azerbaiyán, ahora propone normalizar el vínculo con Turquía y asegura que la opinión pública en su país lo apoya.
“Armenia está lista para establecer relaciones diplomáticas y abrir las fronteras”, aseguró en una entrevista con la agencia de noticias turca Anadolu, en el marco del Foro de Diplomacia Antalya que se realizó en los últimos días en Turquía. “En general, la población de Armenia quiere la normalización de las relaciones”, agregó.
Mirzoyan además contó que se reunió con su par turco el fin de semana y le hizo saber su buena predisposición para la normalización del vínculo: “Durante mi reunión con el ministro (Mevlut) Cavusoglu intercambiamos miradas sobre ciertas sensibilidades y espero que sean tenidas en cuenta”.
Estas sensibilidades se refieren principalmente al reclamo armenio, dentro pero especialmente fuera de sus fronteras, del reconocimiento del genocidio cometido por el Imperio Otomano contra la minoría armenia durante la Primera Guerra Mundial y de la independiencia del enclave de Nagorno Karabaj. Turquía exige que se reconozca legalmente los nuevos límites establecidos de hecho en el acuerdo que terminó con la guerra en 2020.
Pese a que el canciller armenio sostiene que la mayor parte de la población de su país está de acuerdo con una normalización del vínculo con Turquía, no está claro si lo aceptaría bajo estas condiciones.
Una vez superada la crisis política de finales de 2020, el gobierno armenio avanzó en un proceso de normalización con Turquía. En lo que va del año, enviados de ambos gobiernos se reunieron dos veces, primero en Moscú y después en Viena, se reactivaron los vuelos comerciales entre las ciudades de Estambul y Erevan, y se multiplicaron las versiones sobre una posible reactivación del acuerdo de paz de 2009, que nunca fue ratificado por los dos Estados.
El canciller armenio vinculó además la aceleración de este proceso con la tensión internacional que está produciendo la invasión rusa a Ucrania en Europa, pero también en la región del Mar Negro y el Cáucaso, donde se encuentran los dos países. “En medio de la situación que se desarrolla con rapidez en el mundo, creo que no debemos dudar en tomar pasos concretos” para normalizar las relaciones, destacó Mirzoyan.
