Por Huayra Suyay Cuesta
Todavía recuerdo cuando llegué a entrenar un 8M, cuando volvía de marchar. Entré al gimnasio al último horario con una remera que decía “Éramos chicas buenas, ya no”. Mientras esperábamos 5 minutos a ver si llagaba alguien más, el entrenador decidió contarme un “chiste que le envió un amigo”:
- Si
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