Es la primera mujer y la primera persona latinoamericana en ocupar ese cargo en la historia. El desafío que tendrá en un contexto de cambio climático, calentamiento global y eventos extremos.
Celeste Saulo, científica argentina de extenso currículum y actual titular del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), fue designada como secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial, mejor conocida por sus siglas OMM y dependiente de Naciones Unidas. A partir de ahora, la investigadora del Conicet, será la encargada de gestionar el organismo de referencia internacional dedicado a la cooperación y el desarrollo de conocimientos técnicos sobre tiempo, clima y agua.
Su nombramiento se realizó en Ginebra, Suiza, en el marco del XIX Congreso de la OMM. En ese escenario fue que los referentes de las 193 naciones- miembro seleccionaron a los cargos directivos de presidente, vicepresidentes, miembros del consejo consultivo y a la persona encargada de la Secretaría General. Allí, la representante argentina obtuvo 108 votos y se impuso a sus colegas de China, Suiza y Curazao. El hito es digno de destacar por partida doble: no solo es la primera mujer en ocupar ese cargo en la historia del organismo, sino que también se ubica como la primera persona latinoamericana en hacer lo propio.
El papel de Saulo será fundamental con el propósito que se democratice la toma de decisiones en el organismo, de manera que la región no solo quede representada sino que tenga una voz de peso en un terreno internacional en el que muchas veces no posee la debida presencia. Su nombramiento se puede leer, en esta línea, como un guiño y un cambio de postura de Naciones Unidas con respecto a los países más vulnerables que protagonizan una paradoja: si bien son los que menos contaminan (su emisión de gases de efecto invernadero es baja en comparación con la de los poderosos), suelen ser los más perjudicados por los efectos del cambio climático y los fenómenos extremos ligados a esta problemática estructural.
Las actividades de la OMM, desde aquí, se relacionan con promover el fortalecimiento de los diferentes servicios meteorológicos nacionales. Si el sistema de alertas mejora, es posible mitigar las consecuencias que pueden tener para las poblaciones aquellos eventos extremos como pueden ser las inundaciones o las sequías. Para ello, se requiere de profesionales calificados (el SMN los tiene, por ejemplo), así como también de tecnologías adecuadas.
En agosto de 2022, los Ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación y de Defensa comunicaron la compra de una supercomputadora única en Latinoamérica. Se trata de uno de los 500 equipos más potentes del mundo; un equipamiento de punta que proveerá servicios de cálculo y permitirá la realización de experimentos numéricos, la confección de pronósticos y el diseño de modelos meteorológicos.
Saulo colabora con diversos programas de la OMM desde hace 15 años y se desempeñaba como la representante argentina frente al organismo internacional. En la OMM fue designada vicepresidenta segunda en 2018 y vicepresidenta primera un año más tarde.
Asimismo, a nivel doméstico, se desempeña como investigadora del Conicet, doctora de la UBA y meteoróloga. Sus temas de estudio se vinculan con la predictibilidad y el modelado numérico, herramientas aplicadas a la comprensión de los fenómenos de la región sudamericana. Desde 2014 es la directora del Servicio Meteorológico Nacional, un organismo que existe desde 1872. Creado durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento con el nombre de Oficina Meteorológica Argentina, en 1945 se lo cambiaron por el actual. En 1966 fue intervenido por Juan Carlos Onganía y su conducción recayó en la Fuerza Aérea. Aunque el retorno a la democracia llegó más rápido, recién en 2007 salió de la órbita militar y se convirtió en un organismo civil.
En el SMN, Saulo también se colgó una medalla personal: fue la primera mujer en estar a cargo de la dirección.