Corea del Norte lanzó un misil en la costa japonesa y crece la tensión

El régimen de Kim Jong disparó un proyectil de alcance intermedio con capacidad nuclear que voló 4.500 kilómetros y que cayó a 3.200 kilómetros de Japón, que emitió una alerta de evacuación en dos regiones septentrionales.

Corea del Norte realizó este martes el ensayo armamentista más alarmante en años, al lanzar por sobre Japón un misil balístico de alcance intermedio capaz de llevar una cabeza nuclear y de llegar a territorios estadounidenses en el Pacífico y aún más lejos, lo que obligó a las autoridades japonesas a urgir a la población a refugiarse y a detener trenes.

El régimen de Kim Jong-un acusó al primer ministro reelecto de Japón de  jugar con amenaza nuclear para ganar elecciones - Infobae
Kim-Jong Un y Shinzo Abe. Foto: Infobae

Estados Unidos y Corea del Sur, que técnicamente están en guerra con Corea del Norte desde hace casi siete décadas, respondieron al lanzamiento con un ejercicio de simulacro durante el cual aviones de guerra bombardearon blancos ubicados frente a la costa oeste surcoreana, informaron sus Ejércitos.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur dijo que el misil voló 4.500 kilómetros a una altitud máxima de 970 kilómetros y alcanzó una velocidad de Mach 17, lo que equivale a 17 veces la velocidad del sonido, luego de haber sido lanzado desde la norteña provincia de Jagang, que limita con China.

Nunca antes un misil de Corea del Norte había volado tan lejos. La última vez que el régimen comunista norcoreano disparó un misil por encima de Japón fue en 2017, uno que voló 3.700 kilómetros en lo que hasta la actualidad era la prueba misilística norcoreana de más largo alcance. Ese misil era un Hwasong-12, un proyectil de alcance intermedio.

El Ministerio de Defensa de Japón dijo que el misil disparado este martes cayó en el océano Pacífico, a unos 3.200 kilómetros de su costa norte y que no hubo informaciones de que hubiera causado daños a aeronaves o barcos japoneses.

La nueva prueba llega luego de un año con una cifra récord de lanzamientos de misiles por parte de Corea del Norte, más de 40 desde unos 20 lugares, mientras el Gobierno de su líder, Kim Jong-un, rechaza retomar incipientes contactos diplomáticos y negociaciones con Estados Unidos que había iniciado el expresidente Donald Trump.

Estados Unidos condenó enérgicamente la “decisión peligrosa e imprudente” de Corea del Norte de lanzar lo que describió como un “misil balístico de largo alcance” sobre Japón. “Estados Unidos continuará sus esfuerzos para limitar la capacidad (de Corea del Norte) de avanzar en sus programas prohibidos de misiles balísticos y armas de destrucción masiva, incluso con aliados y socios de la ONU”, dijo la vocera del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, en un comunicado.

El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol denunció el lanzamiento del misil como “una provocación” de Corea del Norte que viola las regulaciones de Naciones Unidas, al tiempo que prometió “una respuesta firme”.

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo a periodistas que el lanzamiento “es un acto imprudente y lo condeno enérgicamente”, informó la agencia de noticias japonesa Kyodo.

En respuesta, las fuerzas aéreas surcoreana y estadounidense realizaron un simulacro de bombardeo de precisión con aviones F-15K de Seúl y F-16 de Washington. Los caza surcoreanos “dispararon dos bombas conjuntas de ataque directo a un blanco virtual en el mar Amarillo”, informó el Estado Mayor Conjunto de Seúl.

Japón lanzó una alerta de evacuación en dos regiones septentrionales para que sus habitantes se refugiaran dentro de edificios o bajo tierra. El servicio de trenes se suspendió en las regiones de Hokkaido y Aomori hasta que el Gobierno dijo que el misil había caído en el océano.

El ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, dijo que Corea del Norte “ha disparado en el pasado misiles del tipo Hwasong 12 cuatro veces, con lo que esto puede ser el mismo tipo”. De confirmarse la distancia de vuelo, que Tokio estimó en 4.600 kilómetros, sería un récord para este tipo de proyectil, dijo el ministro.

El comando estadounidense del Indo-Pacífico condenó el lanzamiento norcoreano y reafirmó su compromiso con la defensa de Japón y Corea del Sur. En tanto, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, calificó el lanzamiento como una “agresión injustificada” y aseguró que la Unión Europea (UE)”es solidaria de Japón y Corea del Sur”.

Corea del Norte sigue técnicamente en guerra con Corea del Sur y Estados Unidos desde que la Guerra de Corea (1950-1953) terminó en un armisticio y no con un tratado de paz, y ha habido numerosos enfrentamientos armados aislados a lo largo de la militarizada frontera que divide la península coreana. Estados Unidos tiene unos 28.000 soldados en Corea del Sur para protegerla del Norte desde el fin del conflicto.

El régimen de Corea del Norte ha desarrollado y probado armas nucleares, lo cual es ilegal, alegando que necesita disuadir un posible ataque de Estados Unidos, lo que ha suscitado grandes tensiones mundiales en los últimos años. Autoridades surcoreanas y estadounidenses dicen que Kim prepara una nueva prueba nuclear, posiblemente en noviembre, que sería la sexta desde 2006. La última fue en 2017.

Con las negociaciones con Washington y Seúl paralizadas desde hace tiempo, Kim redobló sus esfuerzos para modernizar el arsenal de la potencia nuclear y desplegó un número récord de ensayos armamentistas.

La semana pasada, Corea del Norte disparó hasta cuatro misiles balísticos de corto alcance, incluido uno apenas horas después de la visita de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris a Corea del Sur. En paralelo a esta escalada de pruebas del país comunista, Seúl, Tokio y Washington han intensificado sus maniobras militares conjuntas frente a las costas de Corea del Sur, algo que Corea del Norte considera un ensayo para invadirla.

El más reciente lanzamietno envía un mensaje claro a Estados Unidos, señaló Park Won-gon, profesor de estudios norcoreanos en la Universidad Ewha, en Seúl, a la agencia de noticias AFP. Los misiles, capaces de llevar ojivas nucleares, “ponen a Corea del Sur, Japón y al territorio pacífico estadounidense de Guam dentro de su alcance” y evidencian que Corea del Norte puede atacar bases estadounidenses con armas atómicas si estalla una guerra en la península coreana, acotó Park.