Según el informe de gestión de Guillermo Francos ante el Congreso, el Gobierno contrató siete encuestas por casi $ 60 millones y tiene más en elaboración. Quiere saber si la gente se banca los tarifazos y el ajuste a los jubilados, entre otras cosas. El deterioro de Milei.
Pese a vender ante cada oportunidad posible que sólo utilizan a las redes sociales como “termómetro” social, que allí construyeron su llegada al poder y que además de que no gastarían recursos no confían en las encuestadoras, es todo falso. Hay plata y sí confían en las consultoras: del primer informe de gestión del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ante el Congreso, surge que el Gobierno quiere saber qué piensa la gente del ajuste a los jubilados, la quita de subsidios energéticos y los tarifazos y la imagen de Javier Milei construida a partir del tono de sus discursos, entre otras cosas, y para ello contrató al menos a siete empresas por casi $60 millones.
En medio de un creciente descontento social, el gobierno de Javier Milei decidió destinar casi $60 millones a la contratación de encuestas con el fin de entender mejor la opinión pública sobre temas candentes como el ajuste a los jubilados y los tarifazos. A pesar de que Milei ha argumentado en múltiples ocasiones que las redes sociales son suficientes para medir el sentir popular, el primer informe de gestión del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ante el Congreso, revela que la administración de Milei está lejos de despreciar el análisis de consultoras. Se ha confirmado la contratación de al menos siete empresas para obtener información sobre su gestión y la percepción ciudadana, mostrando una clara contradicción entre su discurso y la realidad.
La situación se torna más preocupante cuando observamos que la imagen de Milei está en franca caída. Según diversas encuestas, entre ellas los estudios realizados por Opinaia y Trespuntozero, enfrenta un 51% de desaprobación apenas nueve meses después de asumir la presidencia. Su estilo provocador, que le sirvió para captar la atención en redes sociales, ahora parece estar pasándole factura, ya que la confianza en su figura ha disminuido notablemente. Las encuestas contratadas no solo buscan evaluar la satisfacción de los jubilados con las políticas de su gobierno, sino también la aceptación de los constantes aumentos en las tarifas de servicios públicos, generando un clima de tensión y descontento en la población.
Los focus groups realizados, entre ellos uno de Trespuntozero sobre percepciones del consumo energético, muestran que, si bien hay una chispa de esperanza en la población, el estado de ánimo general se caracteriza por la preocupación y la cautela. Los adultos sienten la presión de la crisis económica y esperan acciones concretas del gobierno que justifiquen los sacrificios que están haciendo. En este sentido, las recomendaciones que emergen de estos estudios parecen ser ignoradas por Milei, quien mantiene un tono confrontativo y desestima las preocupaciones sobre el impacto social de sus políticas.
Entre las sugerencias que no han sido tenidas en cuenta se encuentra la necesidad de comunicar una visión clara para el futuro del país. Los votantes demandan saber hacia dónde se dirige Argentina bajo su gobierno para reducir la ansiedad y el estrés asociados con la incertidumbre actual. A pesar de ello, Milei ha optado por vetar reformas clave, como la reciente reforma previsional, desatendiendo las demandas de un sector que siente que está llevando la mayor parte del ajuste.
Fuente: Política Argentina