El padre de Lucas González afirma que “hay más gente implicada” en su asesinato

Por le crimen de su hijo fue detenido en las últimas horas otro agente porteño acusado de plantar el arma de juguete que se encontró en el automóvil en el que viajaba Lucas.

El padre de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado a balazos en noviembre de 2021 por una brigada de la Policía de la Ciudad en Barracas, aseguró que para él “hay más gente implicada” en el crimen de su hijo. Lo aseguró luego de la detención de otro agente porteño acusado de plantar el arma de juguete que se encontró en el automóvil en el que viajaba la víctima junto a tres amigos.

“Sin duda creo que hay más gente implicada que no fue imputada. Ésta persona fue tan participe y tan culpable como el resto. Para mí hoy son 15 imputados”, sostuvo a Télam Héctor “Peca” González, padre de Lucas, en relación al oficial Facundo Matías Torres, detenido en su domicilio de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora. En tanto, el martes continuará el juicio oral y los policías imputados que deseen declarar pueden brindar su testimonio previo al inicio de la etapa de alegatos.

De acuerdo a la declaración del principal Héctor Claudio Cuevas (50) en el juicio oral por el crimen del futbolista, Torres arribó a la escena del crimen en una moto y colaboró con el oficial Gabriel Alejandro Issasi (47) en la maniobra de encubrimiento.

Ante la declaración de Cuevas, tanto el abogado de la familia de Lucas, Gregorio Dalbón, como los fiscales Guillermo De la Fuente y Gómez Barbella plantearon que se solicite a la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad informes sobre la geolocalización de la moto del efectivo Torres y de su celular para chequear los datos aportados por el principal arrepentido. El informe comprobó que Torres se desplazó por la zona en donde se produjo el crimen y también se dirigió ida y vuelta a la Comisaría Vecinal 4D.

Asimismo, una cámara de seguridad registró el paso de una moto de la Policía de la Ciudad, que se cree que sería conducida por Torres, y cuyo acompañante sería Isassi, según lo que puede corroborarse por la vestimenta que presentaba el día del hecho. Por tal motivo, el fiscal Lionel Gómez Barbella solicitó la detención, que se concretó ayer, y será indagado mañana lunes desde las 10 por la jueza Vanesa Peluffo, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional 7.

Durante la etapa de instrucción de la causa, Gómez Barbella había solicitado las detenciones de otras cinco personas por encubrimientos, entre ellas dos abogadas de la Policía de la Ciudad y del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño y de un comisario mayor y dos oficiales de la fuerza de la Ciudad.

La Sala IV de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional les dictó la falta de mérito al igual que a las agentes Lorena Miño y Micaela Fariña, quienes fueron las primeras en arribar al lugar del hecho y que había sido imputadas en un primer momento.

González reconoció que siempre dudó de que uno de los 14 policías imputados por el homicidio y encubrimiento del homicidio de su hijo pudiera quebrarse durante el juicio, pero que “gracias a Dios, esta persona (por Cuevas) se puso en el papel de papá y de ser humano” cuando mencionó en su declaración del pasado jueves ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño que Torres fue quien trajo la réplica de arma de fuego hallada en la Volkswagen Suran donde viajaba Lucas junto a Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga(19) y Niven Huanca(19).

“Gracias a Dios se puso en papel de papá y de ser humano y Lucas lo tocó, porque él mismo dijo que lo soñaba, que sentía su respirar, que no le quedó otra que hablar y decir otra cosa porque el remordimiento lo estaba volviendo loco”, recordó “Peca”.

Es que en su ampliación de indagatoria, Cuevas aseguró que vio a Issasi vestido de civil cuando “tira el arma” en la parte trasera del vehículo, luego de que otro de los policías enjuiciados, el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), le indicó “anda a poner eso”.

El padre de Lucas dijo que fue “una mezcla de sentimientos” escuchar desde su casa –ya que el tribunal estableció que las partes siguen las audiencias vía plataforma virtual-, que cada palabra que Cuevas mencionaba, lo que le provocó “una sensación de alegría, impotencia, bronca”.

“Escuchar lo que hizo Issasi es sentir que es un monstruo por lo que hizo, siendo papá y que tiene familia. No tuvo consideración de nada, es una persona que va a vivir en la oscuridad siempre”, afirmó. Antes de finalizar su testimonio, Cuevas se dirigió a Dalbón y le pidió perdón a la familia de Lucas, a lo que el letrado le respondió que “solo Dios perdona”.

“No lo voy perdonar porque a mi hijo no lo perdonaron. Cuando el otro día, en el cumpleaños le llevamos margaritas al cementerio en vez de disfrutar una familia, tuve que cantarle el feliz cumpleaños en la lápida junto a mi otro hijo. Él aplaudía con sus manitos mientras le cantaba, así que sea Dios y los jueces quienes lo juzguen”, remarcó el padre de Lucas.

Por último, dijo que estará presente el martes en los tribunales de la calle Paraguay 1536 en donde espera que haya otros testimonios “contundentes” que “destapen muchas ollas”.

“Todo esto va a tener su justicia, el último partido lo vamos a jugar el 13 de julio y ahí vamos a convocar a todos porque queremos que estén todos gritando por justicia por Lucas. Mis hijos extrañan a su hermano, mi mujer se quiso matar cuatro veces. Ellos (los imputados) se ven con sus hijos y yo tengo que irme del otro lado para si Dios quiere volver a verlo”, concluyó.

El crimen del jugador de las divisiones inferiores del club Barracas Central fue cometido el 17 de noviembre de 2021 cuando iba junto a sus amigos a bordo de un Volkswagen Suran que fue interceptado por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que les hicieron señas para detenerse.

Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela. De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que “plantaron” un arma en el auto de las víctimas.

Además de Issasi, llegaron imputados del homicidio el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37), a quienes la Justicia les adjudica la coautoría del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”.

Además, enfrentan cargos por las “tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”, en el caso de los amigos de Lucas. En tanto, otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, están siendo juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos.