Elecciones en Türquiye: ganó Erdogan pero habrá la segunda vuelta

El presidente Recep Erdogan, en el poder desde hace 20 años, obtuvo 49,1% de los votos. Su rival, Kemal Kiliçdaroglu, recibió el 45,2% de los sufragios. Al no superar la mayoría absoluta, deberán definir la contienda en un balotaje.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, no logró la mayoría absoluta y deberá dirimir la contienda electoral en segunda vuelta con laico Kilicdaroglu. Ambos obtuvieron menos de la mitad de los votos necesarios para vencer en primera vuelta, instancia que se considera un traspié para el mandatario, reelecto siempre en los últimos 20 años sin tener que llegar al segundo turno electoral.

Con 96% del escrutinio, el conservador Erdogan, de 69 años, obtenía 49,1% de los sufragios, mientras que su rival, el socialdemócrata y laico Kilicdaroglu, de 74 años, 45,2%, según la agencia independiente ANKA.

Para asegurarse la victoria en la primera vuelta, los candidatos necesitan al menos el 50% de los votos más uno. Las cifras aún pueden evolucionar, pero abren la vía a una segunda vuelta el 28 de mayo.

En estas elecciones históricas, una coalición de seis partidos opositores de tradiciones políticas muy diferentes se unieron para presentar a un único candidato, Kemal Klçdarolu. Además, aunque la formación prokurda Partido Democrático de los Pueblos (HDP) –tercera fuerza en el Parlamento– no se unió a la coalición opositora, no presentó candidato a la presidencia y pidió el voto por Klçdarolu, que lleva 13 años dirigiendo el CHP (Partido Republicano del Pueblo), el principal partido de la oposición y la formación creada por el fundador de la patria, Mustafá Kemal Atatürk.

En esta ocasión, Erdogan llegó a la votación en un país golpeado por una crisis económica, con una moneda devaluada a la mitad en dos años y una inflación que superó el 85% en otoño.

El terremoto del 6 de febrero, que derrumbó decenas de miles de edificios y causó la muerte de al menos 50.000 personas y más de 3 millones de desplazados, puso en tela de juicio la omnipotencia de un megapresidente que centraliza todos los poderes.

Precisamente Erdogan ha señalado como uno de sus grandes logros la modernización de Turquía a través de la construcción, en la que basó su éxito durante su primera década en el poder, desde que era primer ministro. Sin embargo el terremoto evidenció la corrupción de contratistas y autoridades, que otorgaron permisos de construcción que no cumplían las normas antisísmicas.

Su rival, Kilicdaroglu, apostó por el apaciguamiento y prometió restaurar el estado de derecho y respetar las instituciones, afectadas en los últimos diez años por lo que sus adversarios califican de deriva autocrática de Erdogan. Turquía, país miembro de la OTAN, goza de una posición privilegiada entre Europa y Medio Oriente y es un actor diplomático importante.

Erdogan acusa a la oposición de cercanía con “terroristas”, de ser “borrachos” y de defender los derechos LGBTQ, que según él son una amenaza para los valores familiares tradicionales.

En un intento por atraer a los votantes afectados por la inflación, aumentó los salarios y las pensiones y subvencionó las facturas de electricidad y gas, al tiempo que muestra la industria de defensa y los proyectos de infraestructura de cosecha propia de Turquía.

El mandatario amplió la alianza política de su gobernante Partido Justicia y Desarrollo, o AKP, con dos partidos nacionalistas para incluir un pequeño partido de izquierda y dos partidos islamistas marginales.

La Alianza Nacional de seis partidos de Kilicdaroglu promete desmantelar la forma de Gobierno presidencialista votada por estrecho margen en un referéndum en 2017 y hacer que el país vuelva a tener una forma de Gobierno parlamentaria.

La alianza dice que va a restablecer la independencia del poder judicial y el banco central, instituir controles y equilibrios y revertir el retroceso democrático y la represión de la libertad de expresión y la disidencia bajo Erdogan.

Más de 60,9 millones de ciudadanos turcos fueron llamados a las urnas este domingo para elegir al presidente y a los miembros de la 28va. legislatura. Además, se eligieron a los 600 miembros de la Gran Asamblea Nacional (parlamento), por representación proporcional en 87 distritos electorales.

Disputaron estos escaños 24 partidos políticos y 151 candidatos a diputados independientes. Un partido necesita al menos el 7% de los apoyos para entrar en la asamblea legislativa. En 2018, en las últimas elecciones presidenciales, Erdogan ganó en primera vuelta con más del 52,5% de los votos.