Internas: Alberto Fernández y Sergio Massa se reunieron fuera de agenda

Presidente y ministro mantuvieron un encuentro inesperado en Casa Rosada, en medio de acusaciones cruzadas y llamados urgentes a la unidad.

Mientras vuelan por los aires las indirectas y no tan indirectas que funcionarios y dirigentes del Frente de Todos se disparan a diario, desde una vereda en la que, al mismo tiempo, ven con asombro y regocijo el caos que parece imperar en Juntos por el Cambio, dos de las tres patas del oficialismo se reunieron de improviso este miércoles en Casa Rosada.

El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, decidieron intentar limar asperezas que tuvieron en las últimas horas a fuertes mensajes disparados por Malena Galmarini y la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, sobre “hartazgo”, “soldaditos de cartón” y otras definiciones que profundizaron los escarceos entre massistas y albertistas/sciolistas.

Según trascendió, los temas de la agenda fueron la reciente gira por China y el próximo cierre de negociaciones con el FMI. El encuentro entre dos que en los últimos días casi no cruzaron palabra es hijo de la urgencia y de los rumores de ruptura que suenan a cada paso y siempre con el volumen bien alto desde el massismo.

Se presume que uno de los temas centrales en la conversación también fue la inflación, que en los últimos días parece haber detenido su acelere, al menos en los precios mayoristas.

Además, la cartera que conduce Massa considera exitosa la intervención en el mercado durante la corrida de la última semana de abril y creen que el INDEC incluyó el aumento de precios debido a la subida de los tipos de cambio en ese mes, en lugar de mayo, a diferencia de lo que indican las consultoras privadas.

Con el cierre de listas a la vuelta de la esquina y las PASO apenas a unas cuadras, hay urgencia en el FdT por un gesto de unidad aunque nadie parece querer darlo. Por lo pronto, Massa pide una sola candidatura y no queda del todo claro si lo hace por él o solo para bajar las esperanzas eleccionarias de su enemigo Daniel Scioli, precandidato que por ahora dice que sigue en carrera.