La inflación en la Ciudad de Buenos Aires volvió a retroceder en abril con un 9,8% de incremento, arrojando la senda descendente que inició en enero.
La inflación en la Ciudad de Buenos Aires volvió a retroceder en abril con un 9,8% de incremento, continuando con la senda descendente que inició en enero y anticipando lo que podría ser el dato de inflación a nivel nacional. En lo que va del año acumula un incremento del 72,6 por ciento y en los últimos 12 meses subió un 292,5 por ciento.
Si bien el dato continúa siendo alto, el índice que elabora a Dirección General de Estadísticas y Censos porteña evidencia una desaceleración y anticipa en parte el comportamiento del dato a nivel nacional que dará a conocer el INDEC.
Durante abril la variación del IPCBA respondió fundamentalmente a las subas en las siguientes divisiones: Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Salud, Alimentos y bebidas no alcohólicas, Información y comunicación y Restaurantes y hoteles, que en conjunto explicaron el 75 por ciento del alza del Nivel General.
Puntualmente, vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles promedió un incremento de 22,9 por ciento, contribuyendo con 3,7 puntos básicos a la inflación mensual de la Ciudad, al impactar principalmente las subas en las tarifas residenciales del servicio de suministro de agua y de gas natural por red. En sentido inverso, los rubros con menores subas fueron Restaurantes y hoteles, con el 6,1 por ciento y el dato más importante es quizás que Alimentos y Bebidas apenas superó el 5 por ciento.
En términos generales, la variación de IPC porteño está dentro del rango que estimaron las consultoras privadas a nivel país, ya que estas tienen en general un piso bastante más bajo y un techo del orden del 10 por ciento.
Luego del pico alcanzado en diciembre pasado, el Índice de Precios al Consumidor comenzó a descender en forma sistemática, pero en el primer trimestre de 2024 no pudo perforar el piso de los dos dígitos, algo que podría lograrse en abril, según la mayoría de las estimaciones privadas.
Para llegar a un porcentaje por debajo de los dos dígitos, los analistas sostienen que el factor estacional favorece esta reducción. A diferencia de lo ocurre en marzo, en abril la estacionalidad “juega a favor”. A esto último se suma el mantenimiento de la regla cambiaria del 2 por ciento mensual y el ajuste a la baja de los precios de los alimentos. No obstante, en abril tuvo una fuerte incidencia el incremento de los servicios, ya que con una suba de casi el 23 por ciento afectaron el resultado final.
Luego de varios meses en los que el IPC de la Ciudad de Buenos Aires se ubicaba por encima de los dos dígitos, en abril cayó por debajo de ese piso. La consultora Orlando J. Ferreres & Asociados estimó que el índice cerró en el 9,6 por ciento, en tanto que desde C&T proyectan que en el cuarto mes del año la inflación se ubicaría en 8,7 por ciento, tomando en cuenta que su estudio se limita al AMBA.
Por su parte, para LCG, un dato trascendente fue que en la última semana de abril la inflación cayó un 1 por ciento, lo cual implica una caída de casi dos puntos porcentuales respecto de la semana anterior. Con este retroceso, la variación en las “últimas 4 semanas reflejan una suba de 2,3 por ciento promedio y de 1,4 por ciento punta a punta” para el segmento de alimentos y bebidas.