La pobreza aumentó casi tres puntos en el segundo semestre de 2022

En el segundo semestre del 2022, la pobreza aumentó casi tres puntos porcentuales en relación al primer semestre y dos puntos en la comparación interanual.

La suba en el precio de los alimentos y la desmejora de los salarios formales están entre las principales causas que explican el incremento de la pobreza de casi 3 puntos en el segundo semestre de 2022, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

El índice de pobreza alcanzó al 39,2% de la población económicamente activa al cierre del segundo semestre del pasado año, por encima del 37,3% de igual período del 2021 y del 37,5% del segundo semestre de 2022, informó el jueves el Indec.

En tanto, el índice de indigencia, entendida como la porción de pobres cuyos ingresos no alcanzan para comprar la cantidad mínima de alimentos para subsistir, se ubicó en 8,1% entre julio y septiembre del año pasado, frente al 8,8 % de igual período del 2021.

Con una población estimada en 46,2 millones de habitantes, estas cifras implican que 18,1 millones de personas están por debajo de la línea de la pobreza y, dentro de ellos, 3,7 millones son indigentes.

Además, el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 29,6 por ciento, según el último informe del Indec. En ellos reside el 39,2 por ciento de las personas. Es decir, para el organismo nacional de estadísticas, existen 11,4 millones de personas que viven en la pobreza. La suba semestral fue de 2,7 puntos porcentuales. Por otro lado, la cantidad de personas que viven bajo la línea de indigencia alcanzó a 2,3 millones.

El informe del CEPA establece varias causas que explican la suba de la pobreza intersemestral e interanual. Una de las principales es la evolución del precio de los alimentos por encima de la inflación general.

“Como el precio de los alimentos determina los niveles de la canasta alimentaria y, en buena medida, de la canasta total, una inflación de alimentos por encima de la general implica presiones al alza de la tasa de incidencia de indigencia y, en parte, de pobreza”, señala el informe, y precisa que este indicador pasó del 2,9% promedio en el segundo semestre de 2021 a 5,7% promedio en el segundo semestre de 2022.

En cuanto a los salarios, el CEPA explica que hubo en el segundo semestre de 2022 una disminución de los ingresos de los trabajadores registrados, además de un impacto acotado de los bonos a trabajadores informales de bajos ingresos.

“El RIPTE muestra, en el segundo semestre de 2022, una desmejora en términos reales de 3,8% respecto al primer semestre del año y de 3,5% respecto al período equivalente del año anterior”, señala el informe. En ese orden, agrega que “respecto al período equivalente de 2021, el salario de las y los trabajadoras/es no registrados se redujo 1,2%”.

Al respecto, aclara que la comparación metodológicamente válida es con el segundo semestre de 2021 por ser períodos equivalentes, y no con el primer semestre de 2022.

Otro factor que incidió es el otorgamiento de menores bonos en la segunda parte del año pasado. “El valor real de la AUH se redujo sensiblemente respecto del nivel del primer semestre de 2022”, lo que “se explica principalmente por el impacto de los bonos otorgados en la primera parte del año”, de $9.000 en mayo y junio. Por el mismo motivo, el valor real de los planes sociales disminuyó un 5% respecto al primer semestre de 2022 y un 6% respecto al segundo de 2021.

Aun así, el otorgamiento de bonos de $22.500 en noviembre y diciembre para aquellas personas sin ningún tipo de ingreso es lo que explica la caída del 0,1% en el índice de indigencia, que se redujo de 8,2% a 8,1% entre el primer y segundo semestre.

Por su parte, el valor real de la Tarjeta Alimentar se redujo un 10% respecto al primer semestre de 2022 y un 14% respecto al segundo semestre de 2021, lo que también impactó negativamente en el índice de pobreza.