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Ellas son:
Feminista. Especialista en alojar en mi memoria información completamente irrelevante. Me apasiona hablar de cine y música. La falta de empatía es lo que más me frustra. De chica creía que Montevideo era un monte lleno de VHSs. Siempre del lado Phoebe Waller-Bridge de la vida. Con orgullo puedo decir que me sé entera la letra de “La señal” de Daddy Yankee.
La porteña del grupo. Soy del año de Lady Di y Titanic (la película), pero no recuerdo ninguno de los dos hechos. Hermana mayor de cuatro, quería ser maestra jardinera hasta que a los 14 quise ser periodista. Pero me enamoré con el paso de los años. Me apasiona la política y amo mi país, con todos sus líos incluidos. Sueño con viajar por todo el mundo, pero siempre volver a casa. Fanática de las listas, y si son a mano, mejor. Millennial, quién te conoce.
Una patagónica (¿perdida?) en Capital. Soy amante de las aventuras, soñadora incansable, escritora desde niña y muy ansiosa. Un poco loca, un poco cuerda; un poco de acá y un poco de allá. Quizás busco mi lugar en el mundo, quizás el mundo busca un lugar para mí. Feminista y justiciera, me importan las personas y sus luchas. Creo en un mundo mejor. Ah, y odio el chocolate.
La descripción no comienza si no digo que me tomo mínimo cuatro cafés por día. Fui aprendiz de abogada antes de conocer el periodismo y la Ciencia política. Ahora soy horneadora de galletas amateur, fan de la caligrafía, googleadora profesional y evangelista de la siesta. Me interesa la política en todas sus formas y colores; uso el modo oscuro en twitter y escucho villancicos desde junio (no me juzguen).
Nunca no estoy escribiendo, militante de las libretitas de bolsillo, actriz cuando me animo a adjudicarme ese título. Pienso más –mucho más– rápido de lo que puedo emitir sonidos y vivo haciéndome preguntas que no tienen respuesta. Tengo un gato que se llama Mundo y una lista de libros por comprar que nunca termina. Creo, hasta más allá del cansancio, en una realidad más justa y sensible.
Procrastinadora. Discutidora de cosas. En mis redes sociales utilizo un nombre artístico porque mi apellido es muy poco marketinero. Feminista nacional y popular. Amo y creo en la política. Me aburre la gente tibia. Hablo con frases de Raúl Rizzo.
