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Un documento del organismo multilateral coincide con el diagnóstico que realizó días atrás Cristina Kirchner sobre el impacto de la deuda en el nivel de precios domésticos.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un documento en el que se reconoce que los altos niveles de deuda generan inflación, especialmente en los países en desarrollo como la Argentina. Al criticar el acuerdo inflacionario arribado con el FMI, la vicepresidenta aseguró que “la inflación se dispara con la toma de deuda”, la cual tiene como punto de inicio los primeros meses del gobierno de Cambiemos hasta el salvataje histórico del Fondo. En el documento titulado “¿La deuda elevada limita la política monetaria? Evidencia de las expectativas de inflación”, el organismo coincide: “El aumento de los niveles de deuda puede complicar la lucha contra la inflación en las economías de mercado emergentes con niveles de deuda elevados y dolarizados, y marcos de política monetaria más débiles”.

La vicepresidenta aseguró que el déficit fiscal “no es la causa de la inflación en Argentina”. “¿Por qué tenemos esta inflación única en el mundo? Por déficit fiscal no es. Por el comercial, tampoco. Estados Unidos es el país que tiene más déficit primario, más déficit final y más déficit comercial, pero tiene la maquinita de hacer dólares”, expresó Cristina. “Este proceso ultrainflacionario es el producto del endeudamiento criminal del macrismo”, agregó.

El documento del FMI sugiere que “los bancos centrales de los mercados emergentes que fijan metas de inflación están mejor capacitados para anclar las expectativas a mediano plazo en respuesta a shocks fiscales que sus contrapartes sin tecnología de la información, posiblemente porque existe una mayor coordinación fiscal- monetaria en los regímenes sin tecnología de la información”.

El análisis busca responder al argumento de que “los choques de deuda no fondeados causan una inflación esperada más alta a través de la coordinación fiscal-monetaria”. “Una de las restricciones para la identificación de shocks de deuda no fondeados en su enfoque es que la relación deuda/PIB disminuye en los años posteriores al shock porque la política monetaria acomoda la expansión fiscal”, señala el paper publicado en la pagina del organismo.

“Nuestros resultados anteriores sugieren que los índices de deuda a PIB más altos están asociados con una inflación esperada más alta, con una mayor sensibilidad para una coordinación fiscal-monetaria más estricta”, señalan los autores del informe. Un aumento sorpresa del 10 por ciento de la deuda pública sobre el PBI provoca un aumento significativo de las expectativas de inflación a largo plazo al cabo de unos dos años”, agregan.

No es la primera vez en la que se coincide con el análisis interno realizado por Kirchner sobre la inflación y sus causas. El Departamento de Investigaciones del FMI publicó un artículo que plantea que las ganancias empresariales explican buena parte de la inflación generada en los últimos años. Tal como advirtió la vicepresidenta en diversos discursos, el documento emitido por el organismo multilateral de crédito reconoció que las empresas aumentaron los precios en más de lo que aumentaron los costos de la importación de energía.

Niels-Jakob Hansen, Frederik Toscani, y Jing Zhou -tres economistas del Fondo- afirmaron que el “aumento de los beneficios empresariales explica casi la mitad del incremento de la inflación en Europa en los dos últimos años, ya que las empresas subieron los precios más de lo que lo hicieron los costos de la energía importada”. El año pasado, Cristina señaló: “Está más que claro que estamos ante un fenómeno de inflación por oferta y no por demanda”, y continuó: “Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”.

Según el documento, los trabajadores “están presionando por aumentos salariales para recuperar el poder adquisitivo perdido”, por lo cual “es posible que las empresas deban aceptar una participación de ganancias más pequeña si la inflación se mantiene en el camino para alcanzar el objetivo del 2 por ciento del Banco Central Europeo en 2025, como se proyecta en nuestro Informe mundial más reciente”.