El rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos pidió disculpas públicas por la activa participación y beneficios que obtuvo la Casa Real durante siglos con el comercio de esclavos africanos y asiáticos.
Durante el aniversario 150 de la abolición de la esclavitud en el país europeo, y con la presencia de descendientes de esclavos, el monarca neerlandés reconoció que su familia no hizo nada para detener la esclavitud.
“Hoy me presento antes ustedes. Como su rey y miembro del Gobierno, me disculpo yo mismo. Y siento el peso de estas palabras en mi corazón y en mi alma […]. La esclavitud y la trata de esclavos se reconocen como un crimen de lesa humanidad. Y los estatúderes y reyes de la Casa de Orange-Nassau no hicieron nada para detenerlo”, declaró el rey Guillermo Alejandro durante la ceremonia anual conocida como Keti Koti, que significa “romper las cadenas” en sranan tongo, una de las lenguas de Surinam, antes una colonia neerlandesa.
La disculpa se da luego de que el Ministerio del Interior publicó en junio un informe que revela que el mercado de esclavos fue el negocio que consolidó el poder y la fortuna de los monarcas neerlandeses.
De acuerdo con el documento, se estima que, entre 1675 y 1770, la familia real obtuvo ganancias de más de 595 millones de dólares por el tráfico de más de 600.000 esclavos provenientes de Surinam, Aruba, Bonaire y Curazao, colonias neerlandesas en Sudamérica y el Caribe.
El informe asegura que los reyes Guillermo III, Guillermo IV y Guillermo de Orange-Nassau tuvieron una “implicación deliberada, estructural y de largo aliento” para perpetuar el esclavismo, al cual se le adjudica el apogeo de los Países Bajos en el siglo XVIII (conocido como el Siglo de Oro).
Aunque de manera oficial el esclavismo se prohibió en Países Bajos en 1863, sería hasta 1873 cuando se volvería efectiva. En la transición, los esclavos se vieron obligados a trabajar en condiciones precarias y sueldos bajos como una forma de compensar las pérdidas de los esclavistas por la prohibición.
En diciembre de 2022, el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, ya había pedido disculpas por la participación en el esclavismo del Gobierno neerlandés; sin embargo, ni Rutte ni el rey Guillermo Alejandro han precisado si, además del perdón, se pretende algún tipo de compensación a los descendientes de familias de esclavos.
Fuente: Sputnik