Subtes: Metrodelegados advierten huelga por tiempo indeterminado

Ayer se realizó una nueva medida de fuerza en reclamo de la reducción de la jornada laboral por la exposición al asbesto, una sustancia cancerígena.

Los conflictos entre los metrodelegados nucleados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) y Emova, concesionaria del servicio, no cesan, ayer se llevó a cabo una nueva huelga que implicó la paralización de todas las líneas por tres horas y apertura de molinetes. En los últimos tres meses, los trabajadores del subte ya realizaron 19 medidas de fuerza.

Al finalizar la medida Néstor Segovia, secretario general adjunto de la AGTSyP, advirtió que, ante la falta de una mesa de diálogo en la que se generen soluciones concretas, “las protestas se van a agudizar la semana que viene”.

“Se está planteando la necesidad de un paro por tiempo indeterminado”, adelantó el gremialista durante una entrevista por AM 530, a la vez que cuestionó al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta por no solucionar el conflicto.

Los trabajadores de AGTSyP reclaman la reducción de la jornada laboral con dos francos y por el retiro de las unidades que contienen asbesto, una sustancia cancerígena.

Por su parte, Emova repudió “la postura inflexible” adoptada por la AGTSyP; manifestó “su disposición al diálogo” y sostuvo que la reducción de la jornada laboral de 36 a 30 horas semanales “resulta inviable sin afectar la operación de la red del subte”.

El asbesto o amianto es el nombre de un grupo de minerales fibrosos que están presentes en la naturaleza y son resistentes al calor y la corrosión. Debido a estas propiedades, se utilizaron en productos comerciales, como materiales a prueba de fuego y de aislamiento, frenos de transportes y materiales para paneles de yeso.

Es invisible, silencioso y no tiene olor, pero cuando sus fibras se esparcen en el aire provoca enfermedades fatales, entre ellas cáncer. El asbesto es un peligro imperceptible y su fabricación y uso fue prohibido por el Ministerio de Salud nacional en 2003. Pero como se lo utilizó durante décadas, sigue presente en muchos lugares.

En febrero de 2018, desde Madrid llegó la confirmación de que había asbesto entre los componentes del sistema eléctrico de los coches que circulaban en la línea B de subte.