Cambio climático: Olas de calor extremas e incendios en el hemisferio norte

Desde la la Organización Mundial de la Salud esperan que el continente europeo supere el récord de 48,8 grados registrados el 2021 en Sicilia.

El sur de Europa está siendo duramente afectado por una ola de calor intensa, cuyas altas temperaturas han alcanzado niveles récord en varias regiones, lo que ha desencadenado incendios forestales fuera de control y cortes de energía. Estos eventos también están ocurriendo en Estados Unidos, y en China y Japón se han registrado marcas extremas de temperatura, según informaron las autoridades de estos países del hemisferio norte.

En Grecia continental, los incendios forestales están devastando diversas áreas, siendo el más grave el de la región de Dervenochoria, donde el humo es visible desde el espacio. El servicio de bomberos de Grecia ha movilizado a unos 300 bomberos y varios aviones para tratar de controlar el incendio en Dervenochoria.

Ante esta situación crítica, la Unión Europea (UE) ha desplegado recursos para ayudar en la extinción de incendios, aunque la situación sigue siendo desafiante.

Italia, en la isla de Cerdeña, ha enfrentado temperaturas máximas de hasta 46 grados centígrados, y se advierte que el calor extremo podría continuar durante otros 10 días en partes del país. Se teme que un récord de temperatura europea pueda romperse si se superan los 48,8 grados registrados allí en 2021, según advirtió la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Las altas temperaturas han provocado un aumento significativo en la demanda de ventiladores y aire acondicionado, llevando al consumo máximo de electricidad este año y generando cortes de energía.

España también ha experimentado olas de calor, con temperaturas que alcanzaron los 44 grados en el sur del país. Las Islas Baleares y Cataluña experimentaron temperaturas récord superiores a 44 grados.

En Suiza, un incendio forestal cerca del pueblo de Bitsch, en el cantón de Valais, se ha propagado rápidamente debido a los fuertes vientos, lo que dificulta las labores de extinción y advierten que podría llevar días o incluso semanas apagar completamente el fuego.

La región de Toulouse, en el sudoeste de Francia, se prepara para enfrentar temperaturas récord cercanas a los 41 grados. La ciudad ya ha enfrentado veranos extremadamente calurosos en el pasado y está tomando diversas medidas para combatir el calor.

Los científicos franceses centrados en el cambio climático advierten sobre el aumento de las temperaturas y la sequía en ciudades como Burdeos y Toulouse, proyectando que en 30 años estas ciudades podrían tener condiciones climáticas similares a las ciudades costeras argelinas de Orán y Argel.

La Organización Meteorológica Mundial destaca que estos eventos climáticos resaltan la necesidad urgente de tomar medidas firmes contra el cambio climático. El aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos intensos son cada vez más frecuentes, lo que exige una acción climática decidida para reducir las emisiones de efecto invernadero.

Las olas de calor, que siempre han existido, se vuelven más intensas y frecuentes debido al cambio climático, lo que también puede tener un impacto considerable en la salud humana. El calor extremo puede llevar a más ataques cardíacos, deshidratación e insuficiencia orgánica debido a la incapacidad del cuerpo para recuperarse si las temperaturas nocturnas permanecen altas.

En Canadá, dos bomberos murieron luchando contra las llamas, ya que hasta el momento hay 882 incendios activos, 579 de ellos fuera de control.

En Estados Unidos, más de 80 millones de personas en estados sureños y occidentales están expuestas a alertas meteorológicas debido a una ola de calor “opresiva”.

En Asia, las altas temperaturas se alternan con lluvias torrenciales, en parte provocadas por la acumulación de agua evaporada en la atmósfera. China y Japón han registrado récords de temperatura para mediados de julio, y en Vietnam y el sur de China, un tifón ha provocado evacuaciones masivas.

El cambio climático es una amenaza global para la humanidad, y aunque ningún evento extremo puede atribuirse completamente al cambio climático inducido por el hombre, aumenta la probabilidad de estos eventos, especialmente en el caso de las olas de calor y las temperaturas extremas. Se advierte que el aumento en duración e intensidad de las olas de calor continuará a medida que aumenten las emisiones de gases de efecto invernadero.