La candidatura del ministro del Interior fue develada en un video en las redes. Todo indica que su compañero será el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, pero la oficialización de la fórmula está pendiente del resto de las candidaturas, que aún se negocian. Trastienda de una jornada febril.
El mayor interrogante todavía pendiente del escenario electoral quedó finalmente develado este jueves por la tarde cuando el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, subió un video anunciando su postulación para la presidencia. “Soy Wado de Pedro y quiero ser presidente. El presidente de todas las familias argentinas”, cerró el mensaje de poco más de dos minutos. Todo indicaba que su compañero de fórmula será el gobernador de Tucumán y ex jefe de gabinete, Juan Manzur, dato aún no oficializado porque quedaban negociaciones pendientes por el resto de las candidaturas. La eventual fórmula Wado-Manzur deberá competir en las PASO contra la que encabezará el embajador Daniel Scioli, quien hizo un acto confirmando su postulación en el cierre de una jornada cargada de condimentos políticos.
La reunión de Cristina Kirchner con Manzur el miércoles en el Congreso fue la señal de que se había tomado una resolución. Poco después, Wado fue notificado y acordó con el equipo de comunicación con el que viene trabajando desde principios de año grabar el jueves a primera hora el video con el anuncio. Si algo terminó de inclinar la balanza para el lado del ministro del Interior fueron sus ganas de postularse para la Casa Rosada, incluso compitiendo las PASO como forma de fortalecer su imagen.
“Desde el inicio planteamos que tenía que medirse con alguien en las PASO para recibirse de candidato”, explicaban en el equipo que trabaja en el Complejo C, en Chacarita. Eso lo hizo prevalecer frente a los otros potenciales postulantes: el ministro de Economía, Sergio Massa, quien se negaba a competir en una interna, y el gobernador Axel Kicillof, que nunca estuvo convencido de ir por la Presidencia y siempre planteó su deseo de buscar un segundo mandato en la Provincia. “Cumplimos con la primera etapa de las cuatro que nos propusimos hasta llegar a la Casa Rosada. La próxima, obviamente, es ganar las PASO”, comentaban cerca de Wado, quien probablemente el martes hará su primer acto oficial como candidato.
La noticia trascendió a primera hora de la mañana y dio lugar para todo tipo de gestiones de último momento. Por ejemplo, el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, se reunió con el presidente Alberto Fernández para pedirle que hiciera un esfuerzo para que Scioli bajara su lista y que se llegara a una candidatura de consenso, que no debía encabezar Wado sino Massa. La posición del ministro de Economía siempre fue que el oficialismo debía ir con una candidatura de unidad para no generar más ruidos que compliquen la gestión financiera. Alberto quiso saber si se trataba de una gestión personal de Jalil o si representaba a la liga de gobernadores. Luego también le hablaron el santiagueño Gerardo Zamora y el pampeano Sergio Ziliotto. Los gobernadores ya habían expresado en dos oportunidades su posición a favor de la candidatura única, pero mostraron diferencias en las características de ese armado.
Por otro lado -esto ya en referencia a la confección de la fórmula-, no todos estaban de acuerdo en que Manzur representara al conjunto. Este tipo de consideraciones son típicas de los cierres, donde cada uno intenta obtener lo mejor que esté a su alcance y hacía que anoche se demoraran los anuncios. Manzur se posicionó luego del contundente triunfo obtenido dos semanas atrás en las elecciones en Tucumán, la sexta provincia en cantidad de habitantes y la más importante del norte del país. Esa noche, Wado fue el único dirigente nacional invitado al búnker del triunfo. Al otro día, entrevistado por un medio porteño, Manzur mostró su disposición a acompañar a Wado en una hipotética fórmula, descartando de paso cualquier cercanía con Scioli.
La composición del binomio apuntaba a asegurar los apoyos donde el kirchnerismo tiene su mayor fortaleza electoral: la provincia de Buenos Aires y el Norte Grande. En la lógica de un electorado dividido en tercios que planteó días atrás Cristina, el kirchnerismo se aseguraría su participación en el ballotage si consiguiera mantener su piso de votos de alrededor del 30%. En ese mano a mano, se sienten confiados en poder ganarle la discusión al candidato que represente a la derecha. Lo que parecía flaquear en la hipótesis era el supuesto tercio del libertario Javier Milei, cuyo armado político parece desmoronarse día a día.
En la mesa chica del kirchnerismo deslizaban que la demora en los anuncios no sólo tenía que ver con algunos planteos de los gobernadores sino también con las exigencias de Massa para acompañar el armado. Se hablaba del pedido de la candidatura a vicegobernadora bonaerense para su esposa Malena Galmarini, que él vaya como candidato a senador para luego conducir el bloque de UP y que la actual presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau, y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, encabecen la lista de diputados en la provincia. Vale aclarar aquí que Katopodis, si bien tiene una estrecha relación con Massa, no pertenece al Frente Renovador. “No sabemos qué más nos podría llegar a pedir. Ya lo conocemos a Sergio y lo queremos igual”, ironizaba anoche un vocero kirchnerista.
El kirchnerismo logró mantener a toda la estructura del peronismo de su lado, pero ahora tenían por delante 48 horas de negociaciones para dejar a todos conformes. Hasta tanto no quedara resuelto, no habría anuncios oficiales. Mientras, Wado siguió con su agenda de reuniones. Estuvo en un encuentro con la cúpula de la UIA y luego en una reunión encuentro con los referentes del Frente Sindical para el Modelo Nacional, que encabeza el camionero Pablo Moyano. “Vimos un hombre que tiene claro que quiere recorrer la Argentina en temas muy amplios”, comentó luego el secretario adjunto de Smata, Mario “Paco” Manrique, en diálogo con El Destape Radio. Si bien no quiso confirmar nada, expresó que “la candidatura de Wado y de Manzur ya está arriba de la mesa”. Wado concurrió a sus actividades acompañado por el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez.
Mientras todo esto ocurría, en el teatro ND Ateneo, en el centro porteño, Scioli se presentaba junto a su candidatos a gobernadora bonaerense, Victoria Tolosa Paz, y a jefe de gobierno porteño, Nito Artaza. “La unidad está garantizada, las PASO son el vehículo para la unidad”, definió. El embajador hizo hincapié en su experiencia de gestión, algo que entiende marca una diferencia importante con Wado. “Que el pueblo peronista decida”, sostuvo sobre las primarias. Ayer tuvo un anunciado revés en la junta electoral de UP -integrada por representantes kirchneristas-, que rechazó sus impugnaciones al reglamento para la interna. En un momento se le apagó el micrófono y aprovechó para bromear. “Aunque nos apaguen el audio, nos pidan avales, aunque no quieran las PASO, van a encontrar nuestra boleta en el cuarto oscuro el 13 de agosto”, avisó.
En primera fila se ubicaron el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, dos funcionarios que trabajan activamente en el armado. El líder camionero Hugo Moyano subió al escenario sobre el final y luego fue confirmado como primer candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires, probablemente seguido por la dirigente Mayra Arena. Una curiosidad de la jornada fue que Hugo Moyano cantara la marcha junto a Scioli en el teatro ND mientras que su hijo Pablo se mostraba sonriente junto a Wado de Pedro en la biblioteca del sindicato de Camioneros.
Un dato que llamó la atención del encuentro de Scioli y Tolosa Paz fue la escasa concurrencia dirigentes de peso. En los últimos días, Scioli había tratado de convencer al jefe de Gabinete, Agustín Rossi, de sumarse a su armado, pero el Jefe de gabinete declinó la invitación. Quien estuvo entre los presentes fue el diputado entrerriano Marcelo Casaretto. El escaso volumen territorial de la concurrencia del lanzamiento de Scioli no pasó inadvertido entre los dirigentes del PJ.
“En las últimas semanas perjuró que los gobernadores le aseguraron su respaldo por whatsapp, pero eso no se verificó en la escena”, evaluó un funcionario con varias campañas en su haber. “La verdad es que, según pude comprobar después, los gobernadores le hicieron saber que acompañarán a Cristina”, deslizó el funcionario. Lo mismo ocurría con los intendentes del GBA -aún los enemistados con La Cámpora como el jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray- y con organizaciones sociales como el Movimiento Evita. Todos decidieron mantenerse en el armado liderado por Cristina, pero la resolución final dependerá del acuerdo que consigan cerrar en las próximas horas.