Al menos 56 personas murieron y 194 resultaron heridas en un atentado suicida durante la oración del viernes contra una mezquita chiita en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, según fuentes médicas.
La explosión se produjo unos minutos antes de que comenzara la oración en una mezquita chiita situada en una estrecha calle del barrio de Kosha Risaldar, cerca del histórico bazar de Qissa Khwani. “En total, 56 personas murieron y 194 resultaron heridas. Los heridos incluyen 50 pacientes en estado crítico”, declaró a la AFP Muhammad Asim Khan, un portavoz del hospital Lady Reading de Peshawar. Un anterior balance hablaba de al menos 30 muertos.
El número de víctimas podría aumentar, dijo a la AFP el jefe de la policía de Peshawar, Muhamad Ijaz Khan. “Dos asaltantes dispararon contra los policías en la puerta principal de la mezquita. Un policía murió en el acto y el otro resultó gravemente herido”, detalló.
“Estaba justo fuera de la mezquita cuando vi que un hombre disparó contra dos policías antes de entrar en la mezquita. Unos segundos más tarde, oí un gran ‘bang'”, explicó a la AFP un testigo, Zahid Khan. Otro testigo, Ali Asghar, dijo que vio a un hombre “abrir fuego con una pistola” dentro de la mezquita, y “matar a la gente una por una y luego inmolarse”. El primer ministro, Imran Khan, “condenó firmemente” el atentado, según uno de sus portavoces.
Un periodista de la AFP afirmó ver cuerpos desmembrados en el lugar de los hechos, mientras los servicios de rescate y la población local se esforzaban por ayudar a las víctimas cargándolas a hombros.
Peshawar, a unos 50 km de la frontera con Afganistán, fue escenario de atentados diarios durante la primera mitad de la década de 2010, pero estos últimos años la seguridad había mejorado mucho. El último ataque de este tipo tuvo lugar en noviembre de 2018, cuando al menos 31 personas murieron en un atentado suicida en un mercado de la ciudad.
Pakistán se enfrenta desde hace tiempo al regreso de Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), los talibanes paquistaníes, galvanizados por la llegada al poder en agosto de los talibanes en Afganistán. Aunque tienen raíces comunes, el TTP difiere de los talibanes afganos. Reivindicó varios ataques desde el inicio de este año.
Una de las peores atrocidades cometidas por el TTP fue la masacre de unas 150 personas, en su mayoría estudiantes, en Peshawar en diciembre de 2014. Los chiitas de Pakistán también han sido el objetivo del grupo Estado Islámico (EI) en el pasado. Su rama local, el Estado Islámico-Khorasan (EI-K), ha reivindicado la autoría de numerosos atentados en el país en los últimos años.