El presidente compartió un mensaje de despedida con los trabajadores de Balcarce 50. Dijo que deja “un país en funcionamiento”, aunque hizo una autocrítica respecto a los niveles de pobreza.
El presidente Alberto Fernández compartió un mensaje de despedida con los trabajadores de Casa Rosada en el tradicional brindis de fin de año. En este marco, dijo que deja “un país en funcionamiento”, aunque hizo una autocrítica respecto a los niveles de pobreza.
“Tengo un enorme pesar de no haber podido resolver el problema de la pobreza” dijo el mandatario, quien días atrás cuestionó la medición oficial de dicho índice.
“Me voy por la misma puerta que entré, con el mismo auto con el que entré y me voy a la misma casa de donde salí, con la tranquilidad de haber puesto todo lo que tenía que poner para ayudar en este tiempo, con la tranquilidad de que estamos dejando un país que está funcionando”, sostuvo Fernández desde uno de los patios interiores de la Casa Rosada.
En su discurso, Fernández señaló que está dejando “un país en marcha”, y dijo que el mandatario electo “no tiene que recibir un país que al año siguiente tiene que pagar 19 mil millones de dólares y al otro 18.000”, como le pasó a él, y que “recibe la tasa de desocupación más baja en muchos años”.
“Va a recibir 7.000 obras públicas nuevas en el país, 4.000 terminadas, tres mil en marcha”, con “140.000 familias que ya no tienen un programa de vivienda porque el Estado se las dio”, a las que se suman otras “95.000 viviendas en proceso de construcción con lo cual, si sigue, va a haber 95.000 familias nuevas que van a poder acceder a su casa”, según precisó.
Lo escucharon atentos unos doscientos trabajadores estatales que brindaron con sidra Del Valle. En un gesto de austeridad en línea con el próximo gobierno, no hubo nada para degustar durante el mensaje que comenzó pasadas las 13.30 y duró cinco minutos.
Lo escucharon in situ la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti; y los secretarios Julio Vitobello (de la presidencia) y Mercedes Marcó del Pont (Asuntos Estratégicos).
“Espero verlo siempre, poder mirarlos a los ojos porque sabemos que trabajamos por la gente. Brindo por la felicidad de todos y para que el futuro sea mejor. Como dice el flaco Spinetta en Cantata de puentes amarillos: ‘No me hagan decir que todo tiempo pasado es peor, mañana será mejor'”, concluyó.
Si bien debe entregar al mando a Javier Milei el domingo, Fernández se despidió este miércoles de la Casa de Gobierno ya que mañana viajará a Brasil para participar de la cumbre del Mercosur que se desarrolla desde hoy en la ciudad de Río de Janeiro.