Armenia está dispuesta a reconocer Nagorno Karabaj como parte de Azerbaiyán

La región divide a ambos países vecinos desde la caída de la URSS y el inicio de una larga y cruenta guerra, que también incluyó, aunque indirectamente, a Rusia y Turquía.

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, dijo este lunes que el país está dispuesto a reconocer el enclave en disputa de Nagorno Karabaj como parte de la “integridad territorial” de Azerbaiyán, en un giro histórico en el conflicto que se arrastra hace décadas entre ambas naciones del Cáucaso.

“Armenia está preparada para reconocer los 86.600 kilómetros cuadrados de Azerbaiyán, suponiendo que Azerbaiyán esté dispuesto a reconocer la integridad territorial de los 29.800 kilómetros cuadrados de Armenia. El territorio de 86.600 kilómetros cuadrados de Azerbaiyán incluye Nagorno Karabaj”, declaró Pashinian durante una conferencia de prensa en la capital, Ereván.

El premier recalcó que “todas las administraciones armenias anteriores ya habían reconocido la integridad de Azerbaiyán” y estableció como condición indispensable que ese país ponga fin de inmediato al “genocidio” de la población armenia, como califica a la belicosidad que creció en los últimos años alrededor de Nagorno Karabaj y su población que se identifica como armenia. “Nos referimos, por ejemplo, a la cuestión de la seguridad de los armenios, que no puede ser olvidada por Azerbaiyán, por lo que podrían seguir con su política de genocidio contra los armenios en Nagorno Karabaj”, lamentó, según informó la agencia de noticias Europa Press.

Durante una serie de conversaciones a principios de este mes en Bruselas, Pashinian y el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, confirmaron su compromiso con la Declaración de Almaty y el reconocimiento mutuo de la integridad territorial de ambos países. Por otra parte, el jefe del Ejecutivo armenio subrayó que en las negociaciones mantenidas por su ministro de Exteriores y el canciller del país vecino, celebradas a primeros de mayo bajo el auspicio de Estados Unidos, las partes “empezaron a hablar más directa y abiertamente a partir de determinado momento”.

El mandatario armenio afirmó que no descarta una retirada del país de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO), liderado por Rusia, algo que “permanece en la agenda armenia”. “Ha habido muchas conversaciones sobre la posibilidad de que el grupo desempeñe o no una misión en suelo armenio. No descarto que Armenia pueda suspender su participación o congelarla, pero esto solo pasaría en caso de que la organización se retire del país”, aseveró. Pashinian alertó que, precisamente, la membresía de Armenia ha impedido al país gozar de oportunidades, por ejemplo, a la hora de adquirir armas de terceros países.

Por su parte, las autoridades de Rusia aseguraron que seguirán dialogando con Armenia en relación al CSTO y manifestaron que consideran que la organización es “efectiva” y tiene “potencial para el desarrollo”. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, manifestó que “si ese es el deseo del primer ministro de Armenia, seguirán dialogando y hablando sobre la posibilidad de participaciones futuras por parte de la organización”. “Por supuesto, seguiremos abordando este asunto”, expresó, según informaciones de la agencia de noticias Tass.

Armenia y Azerbaiyán, las dos ex repúblicas soviéticas, libraron dos guerras en poco más de 30 años, una en 1990 y otra en 2020, por el control del territorio, donde separatistas armenios apoyados por Ereván proclamaron una república independiente en 1991. Las seis semanas de hostilidades en el otoño de 2020 concluyeron con una victoria de Azerbaiyán, que recuperó amplios territorios en Nagorno Karabaj y sus alrededores, que obligaron a Armenia a aceptar una tregua mediada por Rusia. Sin embargo, pese al armisticio, los enfrentamientos han persistido en este enclave y en la frontera entre ambos países.

A fines de abril, las tensiones se redoblaron cuando el gobierno azerbaiyano anunció que había instalado un primer puesto de control vial a la entrada del corredor de Lachin, el único eje que une Armenia con el enclave separatista, ya sujeto a un bloqueo de meses que provocó cortes de energía y apagones. Armenia consideró esto una violación del alto el fuego negociado en 2020.

Los esfuerzos internacionales por calmar la situación se intensificaron en las últimas semanas. A principios de mayo se celebraron en Washington intensas conversaciones durante cuatro días entre delegaciones de Armenia y Azerbaiyán, patrocinadas por Estados Unidos. El domingo pasado, Aliev y Pashinian se reunieron en Bruselas para negociar bajo el auspicio de la Unión Europea (UE).

Fuente: Télam