Según un duro diagnóstico de la ONU, los últimos 8 años fueron los más cálidos registrados en el mundo, y dentro de los mismos, el 2022 fue el que mayor calentamiento global exhibió, aunque no fue el más calurosos.
La ONU informó que los últimos 8 años fueron los más calurosos de la historia. El promedio registrado en 2022 es de más de 1°C por encima de los 12 meses más calurosos, en tanto que la media asciende a 1,2° en todo el período analizado. Las zonas más afectadas son Europa Occidental, Medio Oriente, Asia Central y el noroeste de África.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas basó sus conclusiones en un informe difundido este jueves por Copernicus, el organismo de la Unión Europea (UE) que analiza la problemática. Mientras que el organismo de Estados Unidos que estudia los fenómenos climáticos publicó una investigación similar en conjunto con la NASA también hoy.
Del período analizado el año más caluroso fue 2016, secundado por 2019 y 2020. El calentamiento global viene siendo analizado hace muchos años, pero el Acuerdo de París había instado a limitarlo a una suba de 1,5°C. Esta medida de tope permitiría apaciguar el impacto del cambio climático. La OMM advirtió que “la posibilidad de cruzar el límite (marcado por el acuerdo) aumenta con el tiempo”.
Para entender que el último año no fue de los más cálidos del período, es fundamental tener en cuenta que el mundo atraviesa un fenómeno conocido como La Niña. Esta corriente de climas fríos está asociada al enfriamiento de las aguas del océano. En contraposición, “El Niño” trae temperaturas más elevadas. En ese caso, la situación global respecto al clima sería más grave y podría romperse el umbral límite de 1,5°C de incremento de la temperatura acordado en París.
La combinación de sequía, heladas y “ola de calor” continúa afectando al campo en Argentina, y tira hacia abajo las expectativas para la cosecha de maíz y soja, mientras la de trigo “ya no se recupera”, aseguran los especialistas. La sequía genera serios problemas en varias regiones del país y esto se ve reflejado con mucha fuerza en las perspectivas que tienen los productores de granos, que ya hablan de una baja en las previsiones de producción. Ahora dos sectores claves, como el de la carne y los lácteos, también dan síntomas de alerta.