Científicos argentinos desarrollan un “árbol líquido” para combatir el cambio climático

El dispositivo es entre 10 y 50 veces más eficiente que un árbol a la hora de eliminar el dióxido de carbono.

Científicos argentinos presentaron los innovadores “árboles líquidos”, una creación pionera en el país. Estos dispositivos están compuestos por fotobiorreactores que aprovechan la capacidad de microalgas autóctonas para purificar el aire, eliminando el dióxido de carbono y generando oxígeno en entornos urbanos. María Elena Oneto, líder de la Misión Ambiente de Y-TEC, destaca: “Siempre promovemos la plantación de árboles, pero cuando no es factible, esta alternativa es invaluable”.

El proyecto, denominado Y-ALGAE, ha sido desarrollado por expertos de Y-TEC, una entidad conformada por YPF y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Hasta ahora, dos prototipos han sido instalados en el país: uno en una estación de servicio de YPF en la capital argentina, y otro en una planta industrial en las afueras de Buenos Aires.

El proyecto, denominado Y-ALGAE, ha sido desarrollado por expertos de Y-TEC, una entidad conformada por YPF y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Hasta ahora, dos prototipos han sido instalados en el país: uno en una estación de servicio de YPF en la capital argentina, y otro en una planta industrial en las afueras de Buenos Aires.

El desarrollo del “árbol líquido” proviene de Y-TEC, una empresa argentina dedicada al desarrollo tecnológico en el sector de petróleo y gas, en colaboración con YPF, el CONICET y el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología. El proyecto Y-ALGAE marca un hito en Argentina.

En su esencia, esta innovación consiste en un fotobiorreactor que aprovecha las microalgas nativas para purificar el aire en áreas urbanas, convirtiendo el dióxido de carbono en oxígeno. Se estima que esta tecnología es entre 10 y 50 veces más eficiente que un árbol en la limpieza del aire.

Las microalgas utilizadas son originarias del sudeste de la provincia de Buenos Aires y, mediante la fotosíntesis, transforman el dióxido de carbono en oxígeno y biomasa. Esta iniciativa busca aprovechar estos avances para combatir el cambio climático en entornos urbanos.

“Nuestros reactores del proyecto Y-ALGAE justamente los construimos para poder ser instalados en entornos urbanos, en lugares donde están completamente pavimentados, alterados por la actividad humana”, detalló la geóloga Oneto. Cada dispositivo puede capturar cerca de media tonelada de dióxido de carbono por año, destacó Sara Medina, tecnóloga de la Misión Ambiente que coordinó el proyecto.

Para los científicos, se trata de una tecnología muy versátil porque permite, además, aprovechar aguas residuales o de producción para su funcionamiento, lo que favorece la economía circular, en la utilización de su biomasa como fuente de energía limpia. Para el proyecto Y-ALGAE se espera utilizar la biomasa como biofertilizante para la producción de árboles nativos y también como componente dentro de hormigones.

El proyecto original, conocido como Liquid 3, surgió en 2021 en la Universidad de Belgrado, Serbia. Este enfoque tecnológico se concibió como una alternativa sostenible para entornos urbanos con limitaciones de espacio o altos niveles de contaminación.

Los fotobiorreactores urbanos aprovechan las microalgas para absorber el CO2 y generar oxígeno y biomasa. Expertos han afirmado que son significativamente más eficientes que los árboles, hasta 50 veces más. YPF se unió a esta iniciativa instalando un “árbol líquido” en su estación de servicio en la avenida Figueroa Alcorta y Juramento.

Esta tecnología ha ganado relevancia globalmente por su adaptabilidad a áreas urbanas donde plantar árboles es difícil. Además, su peculiar aspecto ha servido como punto focal en campañas de concienciación sobre el cambio climático.

“Hicimos un reactor sumamente vistoso y atractivo para poder comunicar a la comunidad sobre los avances de la tecnología argentina en cuestiones de biotecnología algal y dar a conocer las nuevas tecnologías ambientales”, detalló Oneto sobre los dispositivos instalados en el país.

El proyecto Y-ALGAE es el primero en Argentina y por el momento solo se instalaron dos ” árboles líquidos” en el país.