El Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, junto a personal de IOMA, empezó ayer a aplicar la vacuna contra el Covid-19 a los efectivos l de la Policía provincial.
Las primeras dosis fueron aplicadas en La Matanza, pero el operativo se llevará a cabo en distintos centros de vacunación, como la Escuela Juan Vusetich de Berazategui, o el Centro de Coordinación de Estratégica Policial de Ciudad Evita, además de otros diez centros que serán creados por la provincia.
El Gobernador, Axel Kicillof, destacó desde su cuenta Twitter el trabajo realizado y la importancia de los hechos, afirmando que su administración sigue “llegando a más bonaerenses”.
Sergio Berni, Ministro de Seguridad de la provincia, ya había adelantado la noche previa al comienzo de la inmunización: “la vacuna contra el coronavirus llegó al Puente 12 y será aplicada a nuestras fuerzas policiales que se encuentran en primera línea para que puedan seguir trabajando y cuidando a los y las bonaerenses”.
Mientras tanto, la ciudadanía le sigue exigiendo respuestas a Berni acerca del violento accionar de sus efectivos, con modismos de una represión constante. Lo que haya pasado con Ursula Bahillo le huye, casi tanto, al parecer, como el caso de Facundo Castro.
Entonces, de este modo, la campaña de inmunidad contra el Covid ingresó a una nueva fase y amplió la cantidad de vacunados.
Luego de haber incorporado al personal sanitario, a los docentes y a los mayores de 70 años prioritarios, ahora las fuerzas de seguridad también empiezan a vacunarse.
Hasta ayer, un total de 2.768.177 personas estaban inscriptas para la recepción de la vacuna en el portal del Ministerio de Salud bonaerense, dentro de las cuales, según los datos oficiales, un 40% son mayores a 60 años; el 30% está en u radio de entre 18 y 59 años aunque sin patologías de riesgo, y un 12% circula la misma edad pero siendo pacientes de riesgo. Los docentes y el personal de salud integran el 18% restante.
La cantidad de personas vacunadas hasta el lunes en la provincia eran casi 300.000, perteneciendo todos los inoculados al sector de prioridad para recibir la dosis.
Mientras, en la Ciudad de Buenos Aires los mayores de 80 no son aceptados en el Plan, y los que sí tienen que aguardar bajo una lluvia torrencial, hechos de desorganización que resultan de no confiar el la vacuna que arribaba, por supuesto de modo intencional.
Otro hecho que marca una diferencia es que capital aceleró la vuelta a clases sin inmunizar a los trabajadores de la docencia, con casos positivos de Covid-19 en las aulas y poniendo en riesgo la saludo de los mismos.