La joven de 22 años fue asesinada en 2017 y son ocho los hombres acusados del crimen, imputados por “homicidio agravado por femicidio y por la participación de dos o más personas”. La autopsia determinó que Araceli Fulles murió por asfixia con un elemento compatible con precintos plásticos.
Comenzaron los alegatos en el juicio a los ocho hombres acusados de asesinar a Araceli Fulles, la joven de 22 años que en 2017 fue hallada sin vida en una casa de la localidad bonaerense de José León Suárez.
La audiencia se inició este miércoles a las 8.30 con el alegato de la fiscal Mariana Piwarczuk ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de San Martín, integrado por los jueces Martín Klobovs, Carolina Martínez y Aníbal Bellagio, y se prevé que se extiendan hasta el jueves, informaron fuentes judiciales. Por el debate oral pasaron casi 300 testigos, donde se intentó reconstruir minuciosamente el recorrido de Araceli y de los imputados durante la noche del hecho.
Araceli Fulles fue hallada muerta el 27 de abril de 2017 debajo de unos escombros en el patio de una casa ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín. La mujer había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: “Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa”.
La joven nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta. La autopsia determinó que murió por “asfixia mecánica” por “estrangulamiento a lazo” con un elemento compatible con precintos plásticos.
Según las fuentes, en el banquillo de los acusados se encuentran Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Casalz, Hugo Cabañas, Carlos Antonio Ibarra, Marcelo Escobedo, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, quienes están acusados por “homicidio agravado por femicidio y por la participación de dos o más personas”. Todos los acusados llegaron en libertad al debate oral, pero a lo largo del proceso judicial se registraron una serie de amenazas por parte de dos de los imputados (Carlos Casalz y Hugo Cabañas) cuyas víctimas fueron familiares y testigos, por lo que fueron detenidos.
En tanto, un noveno sospechoso identificado como Darío Badaracco, hermano del acusado Hernán Rodrigo, fue el principal detenido, pero murió el 13 de abril de 2019 luego de haber permanecido internado cinco días en un hospital de la ciudad de Olavarría, tras ser atacado a golpes y quemado con agua caliente por dos compañeros de celda en el penal de Sierra Chica.
Carlos Casalz, uno de los acusados del crimen de Araceli Fulles, fue arrestado cuando fue a votar, acusado de amenazar a un testigo y a la madre de Araceli, Mónica Ferreyra, a quien le mandó un video de nueve segundos con una ametralladora diciendo “hay bala para toda la familia”, según detalló el abogado Szpigiel. Por otro lado, Hugo Cabañas fue detenido luego de que intentó ingresar a la segunda audiencia del juicio oral con un arma blanca. Ante esa situación, el juez Klobovs lo procesó bajo prisión preventiva hasta que se dé a conocer la sentencia, la cual todavía no tiene una fecha definida.