Los trabajadores de Salud del hospital de Fernández denunciaron al director Ignacio José Previgliano de asignar vacunas a médicos jubilados y amigos antes de terminar de inocular a médicos en actividad.
Los médicos del Hospital General de Agudos “Juan A. Fernández” denunciaron a su director, Ignacio José Previgliano, de haberle otorgado, en concordancia con el jefe de Gobierno, vacunas a médicos ya jubilados allegados a ellos y a propios amigos, antes de terminar de inocular a trabajadores prioritarios que están en actividad.
Desde la Comisión Directiva de Médicos Municipales del Hospital se informó que ellos confeccionaron las listas pero el orden de prioridades fue responsabilidad exclusiva de las autoridades del Hospital Fernández.
En la lista de privilegiados con la maniobra y a la que Radio Mitre tuvo acceso en exclusiva figura José Lanes quien se desempeñó como director del Hospital Fernández cuando Mauricio Macri era el Jefe del Gobierno porteño, y quien no contaba con prioridad alguna por sobre nadie para vacunarse.
También entre los privilegiados de la vacunación VIP porteña se encuentra el mediático cirujano plástico José Juri. Conocido por sus apariciones televisivas, siempre relacionadas a su especialidad de médico orientado hacia la cirugía plástica, reconstructiva y estética.
Otro de los que recibió el beneficio de ser vacunado según el informe publicado por Radio Mitre fue “el ex camillero Gustavo Provenzano que hace años no está más en el hospital pero hoy es gremialista.”
Un ex médico del Fernández, Marcelo Rodolfo Schelotto, también recibió la vacuna selectivamente. Él se desempeñó como Director Titular del Consejo Directivo de la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (O.S.Pe.Se.)
Por su parte, el doctor Carlos Balbis, también fue señalado por la emisora radial como un vacunado con privilegios. El cirujano tresarroyense desarrolló toda su carrera en el Hospital “Juan A. Fernández”, donde su última actividad fue como asesor de la Dirección de la institución porteña hasta su jubilación.
Incluso fueron indicados como privilegiados los doctores Ana Trepar y Fernández Blanco de haber sido partícipes de este circuito de vacunación irregular dentro de la Ciudad de Buenos Aires.
En una entrevista realizada al director del Fernández por el Canal La Nación+, explicó que “el hospital había recibido en diciembre un total de 1.400 vacunas de primera y segunda dosis, cuya prioridad era el servicio de terapia intensiva, guardia y emergencias y los servicios de clínica médica, que están más en contacto con pacientes de Covid.”
“De esas 1.400, se aplicaron 1.150”, dijo, pero el resto no fueron requeridas por el resto de los profesionales de esas áreas, por lo que se “vacunó a dos centros privados y se compartió el remanente que eran 50, con el Hospital Ramos Mejía,” agregó el neurólogo. De sus propios dichos podemos inferir que fueron entregadas 200 vacunas conseguidas con recursos públicos al sistema privado de salud sin ningún tipo de retribución.
El escandaloso caso del vacunatorio Vip porteño se entrelaza con la muerte de dos médicos en la Ciudad de Buenos Aires por coronavirus. Por este motivo fueron apuntados como responsables el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y su ministro de Salud, Fernán Quirós. Fue la abogada Natalia Salvo quien los acusó por darles las dosis a prepagas y hacer “negocios con la salud de los más vulnerables”.
La abogada desde su cuenta de twitter indicó que “murieron dos médicos por Covid en CABA. Estaban esperando su vacuna, las que el Estado Nacional le dio al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pero Larreta y Quirós se la dieron a las prepagas. Dejaron al personal de salud y adultos mayores sin vacunas. Hacen negocios con la salud de los más vulnerables.”
“El 17% de las vacunas en CABA son administradas por centros privados sin control del Estado. El GCBA deriva a las prepagas que exigen la afiliación para recibir la dosis. Solo el 50% del personal de salud está vacunado, mientras privados negocian con las vacunas” explicó Natalia Salvo
Por su parte los profesionales del Hospital Alvear indicaron que con la cantidad de “dosis recibidas se debió vacunar a la totalidad del personal sanitario y quedar un total remanente de 74.735 vacunas para adultos mayores.”
Agregaron además que “queda mucho personal sanitario sin vacunar porque resulta evidente que esas vacunas han sido desviadas por el ministerio de salud y no se sabe exactamente dónde están. A eso se lo denomina clásicamente ´mercado negro´ en cualquier especie de bien de que se trate.”
“Los miembros de los equipos sanitarios que hemos expuesto nuestra salud y nuestra vida nos sentimos estafados por las autoridades sanitarias que han perpetrado este incumplimiento de sus deberes de funcionarios públicos y reclamamos a la población que levante su voz, no tanto en nuestra merecida defensa como en la de un firme reclamo de corrección del rumbo pues de otro modo advertimos que la inevitable segunda ola resultará espantosa ante tan pésimo manejo epidemiológico. Nadie sale indemne de esta pandemia individualmente por estar vacunado. Ese razonamiento es ignorante y peligroso,” concluyeron los profesionales de la Salud del Alvear.