Nuevamente, la iniciativa fue impulsada por las fuerzas de derecha. La oposición alega “incapacidad moral” para ocupar el cargo.
El Congreso de Perú aprobó el pedido de la oposición para abrir un nuevo proceso de destitución contra el presidente Pedro Castillo, el mismo mecanismo que se utilizó para remover a otros mandatarios en los últimos años. Esta es además la segunda solicitud de los partidos de derecha contra Castillo en los siete meses y medio que lleva en el poder. En diciembre pasado, logró salir ileso del primer pedido.
La iniciativa fue aprobada por 76 votos a favor, 41 en contra y una abstención, y se decidió que el próximo 28 de marzo será el día en que el pleno decida la suerte del presidente. El pedido aprobado por la mayoría derechista había sido impulsado precisamente por 49 congresistas de los partidos conservadores Renovación Popular, Avanza País y Fuerza Popular, con apoyo de legisladores de otras bancadas, y era cantado que saldría aprobado porque solo necesitaba el apoyo de otros tres legisladores más para poder abrir el proceso.
El pedido de destitución que se analizará ahora comprende 20 puntos, que van desde las “cuestionables” designaciones de por lo menos 10 ministros de Estado hasta la supuesta existencia de un gabinete en las sombras y las declaraciones del mandatario en una entrevista con la cadena CNN respecto a su intención de convocar a un referéndum para otorgar una salida al mar a Bolivia.
La moción también menciona un presunto tráfico de influencias en licitaciones y ascensos policiales y militares, así como las denuncias de una empresaria que ha vinculado a Castillo con una presunta red de corrupción.
Especialistas señalan que la oposición, nuevamente, no conseguiría los 87 votos que exige la Constitución para remover a un presidente, según la agencia de noticias AFP. Por su parte, el equipo legal del mandatario detalló que los congresistas de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (SAC) cometieron un ataque contra la presunción de inocencia y la libertad de conciencia.
El pasado 28 de febrero, la SAC declaró procedente la denuncia constitucional contra Castillo y así se inició un proceso similar al que permitió que fuera destituido Martín Vizcarra, en 2020, y casi removió a Pedro Pablo Kuczynski, en 2018, pero éste renunció justo antes. Este mes la desaprobación de Castillo cayó a 66%, tres puntos porcentuales menos que en febrero cuando sumó su nivel más alto (69%), pero aún más desprestigiado está el Congreso, al cual lo desaprueba un 70%, según sondeo de Ipsos.
El choque de poderes en Perú entre el Ejecutivo y el Legislativo, que es unicameral, volvió a trascender fronteras, y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) hizo un llamado a respetar la “voluntad popular” en los últimos días.
La Celac señaló el fin de semana “su preocupación por la situación institucional que atraviesa Perú y enfatizó la necesidad de que se respeten el orden democrático y la voluntad popular expresada en favor del Presidente Pedro Castillo”, en un comunicado de su presidente rotativo, Alberto Fernández.