Este cambio en el programa, que implica la toma de deuda nueva bajo otras condiciones, debería ser discutido en el Congreso, pero el presidente libertario lo haría vía DNU.
Entre versiones y desmentidas, el equipo económico que lidera Luis Caputo lleva a una acelerada negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para afrontar los vencimientos del año próximo sin dólares en las reservas. El objetivo, aunque el ministro de Economía busque tecnicismo para negarlo, es conseguir fondeo fresco del organismo para el año próximo y así cumplir con los pagos que deberá pagar a la entidad que conduce Kristalina Georgieva.
En concreto, el Gobierno busca un arreglo para que le adelanten todos los vencimientos del 2024, que equivalen a unos 11.000 millones de dólares, y a eso se sumaría la posibilidad de refinanciar todos los vencimientos del año, lo que dejaría los famosos 15.000 millones de dólares de deuda fresca que Caputo calificó por X (ex Twitter) como “Falso”.
Por implicar cambios en las condiciones de las deuda, este nuevo endeudamiento debería pasar por el Congreso, pero el presidente Javier Milei, que muestra no creer en las instituciones, buscará aprobar ese empréstito por decreto de necesidad y urgencia.
Caputo había descartaron, en un comentario desde su cuenta de X , que estuviera en el radar una negociación por unos 15.000 millones de dólares netos, lo que implicaría la puesta en marcha de un programa nuevo. “Falso”, respondió.
En el Palacio de Hacienda mantienen hermetismo sobre el carácter de la negociación actual con el Fondo Monetario, que tras el primer encuentro presencial en los Estados Unidos continuó por otras vías, entre reuniones virtuales y visitas de funcionarios del Tesoro norteamericano a Buenos Aires. Hubo cambios de nombres propios en la mesa de diálogo pero también continuidad: el director argentino ante el board del organismo será Leonardo Madcur, quien fue el negociador de Massa con Washington.
En el equipo económico hay confianza en que pueda existir financiamiento próximo por parte de Washington. Entre otras cosas, porque el plan de ajuste fiscal es mucho más ambicioso de lo que exigía el FMI. El recorte del déficit que preveía el acuerdo todavía vigente con el Fondo Monetario era para 2024 de un punto del PBI, desde 1,9 por ciento hasta 0,9 por ciento del Producto. El que anunció Caputo será un ajuste cinco veces más grande.
La intención de Milei, como lo aclaró el propio economista, es presentar un ajuste fiscal más profundo que el contenido en el acuerdo firmado en 2022 por el actual Gobierno, para lograr la refinanciación de los vencimientos de la deuda contraída en la gestión de Mauricio Macri. Además, en su primer discurso tras ganar la elección, afirmó que planea cumplir con todos los compromisos externos del país, pese a la abultada agenda de vencimientos del 2024-2027.
Semanas atrás se habría sondeado la posibilidad de agregar “fondos frescos” para afrontar el cargado 2024 con recursos adicionales, sobre todo hasta que se lleve adelante el ajuste de precios relativos y que el agro comience con la liquidación fuerte en el segundo trimestre del año próximo. Esa es la cifra mencionada 15.000 millones de dólares.
Sobre la relación con el Fondo, y sobre la posibilidad de obtener un desembolso del organismo por 15.000 millones de dólares, el Jefe del Estado sostuvo: “El acuerdo está caído porque el gobierno anterior no lo cumplió. Estamos yendo a déficit cero, es decir tenemos superávit primario para pagar los intereses”. Y siguió: “El FMI nos ve como héroes, primero les llamó la atención que lo dijéramos en campaña, después que lo dijéramos en el discurso de asunción y están sorprendidos que lo digamos ahora” y reveló que “es posible que ese dinero llegue”.
El pago al FMI es clave para la nueva administración para mantener en pie el actual programa de financiamiento; esto, en vistas del objetivo de encaminar la relación, reperfilar el programa con el organismo y lograr un primer desembolso de 3000 millones de dólares para cancelar los vencimientos de enero y febrero del 2024, que se truncó junto a la suspensión de la séptima revisión del acuerdo, pactado para noviembre. En especial luego de que se suspendiera la ampliación del swap con China por 6500 millones de dólares con que se iba a pagarle al FMI