El impacto de los octógonos negros en los productos de consumo
En abril pasado, Kantar llevó a cabo una encuesta a nivel nacional para analizar la reacción de los consumidores en las estanterías de los supermercados frente a los productos que exhiben octógonos negros, como parte de la implementación de la Ley de Etiquetado Frontal.
Los estantes de los supermercados ya están repletos de productos que lucen estos sellos distintivos. Resulta interesante destacar que un 10% más de argentinos ha visto los sellos en comparación con aquellos que realmente conocen la ley. Hasta ahora, aproximadamente 4 de cada 10 personas han optado por cambiar alguna marca o producto en respuesta a estos sellos. Sin embargo, la proporción de aquellos que están considerando reducir la frecuencia de compra o el volumen de adquisición se ha duplicado.
Después de varios meses de aplicación de esta normativa, los productos con sellos se están volviendo cada vez más comunes en los puntos de venta, lo que ha contribuido a un aumento en el conocimiento general de la ley.
En cuanto a la comprensión de la ley, los segmentos de la población de 50 años o más, así como los niveles socioeconómicos ABC1/C2C3 y los residentes del Gran Buenos Aires, muestran un mayor nivel de conocimiento en comparación con los jóvenes y aquellos de la base de la pirámide socioeconómica, quienes afirman estar menos informados al respecto.
En la actualidad, prácticamente todos los argentinos han tenido la oportunidad de ver productos con los octógonos, y la proporción de personas que han visto numerosos productos con sellos se ha triplicado de enero a abril (22% frente a 66%). Los jóvenes de 18 a 34 años son los que muestran una mayor percepción de estos sellos, según revela la encuesta más reciente.
Cuatro de cada diez argentinos que han visto productos con sellos han optado por cambiar alguna marca o producto, y esta cifra aumenta a cinco de cada diez entre aquellos que están más informados acerca de la ley.
Los sellos generan predominantemente sentimientos negativos hacia las marcas preferidas o consideradas saludables, y cada vez más personas empiezan a considerar cambiar sus hábitos de compra. De hecho, hasta ocho de cada diez encuestados creen que podrían reducir la frecuencia y/o el volumen de compra de productos con octógonos.
Se observa una correlación entre un mayor conocimiento de la ley y una percepción negativa más fuerte, así como una mayor disposición a modificar los hábitos de compra y consumo.
Además, se ha notado que entre los consumidores que han decidido cambiar sus hábitos debido a los sellos, aumenta la percepción negativa hacia las marcas y se muestran mucho más propensos a reducir la frecuencia y/o el volumen de compra, e incluso a dejar de comprar completamente una marca determinada.