El primer mandatario de Haití, Jovenel Moise, fue asesinado esta madrugada en su casa por un comando integrado por personas extranjeras, anunció el primer ministro saliente, Claude Joseph.
“El presidente fue asesinado en su casa por extranjeros que hablaban inglés y español”, dijo el primer ministro, citado por las agencias de noticias AFP y Sputnik.
Según Joseph, la esposa del presidente resultó herida en el ataque y, por ende, rápidamente hospitalizada. Por otro lado se encargó de pedir calma a la población asegurando que la policía y el ejercito se encargan de mantener el orden.
El magnicidio causó reacciones de condena inmediatas a nivel internacional. La casa Blanca tildó el crimen de “horrible”, al momento que anunciaba la disposición de Estados Unidos a ayudar en la investigación. Boris Jonhson, por su parte, dijo estar “conmocionado” y consideró el hecho como un “acto odioso”.
El Gobierno de la vecina República Dominicana dispuso esta mañana el cierre inmediato de su frontera con Haití. “Se ordenó el cierre inmediato” de la frontera de 380 kilómetros que ambos países comparten en la isla La Española, dijo a AFP la encargada de comunicaciones del Ministerio de Defensa, Ceinett Sánchez.
Jovenel Moise, que había llegado a la política desde su actividad privada, gobernaba por decreto Haití desde hacía más de dos años. Es así que el presidente tuvo que enfrentarse a una fuerte oposición por parte de sectores de la sociedad que consideraban su mandato ilegitimo.
El país caribeño tuvo, en los últimos cuatro años, siete primeros ministros. Tras tres meses en el cargo estaba prevista la sustitución de Claude Joseph para esta semana.
Además de las elecciones presidenciales, legislativas y locales, Haití tiene previsto celebrar un referendo constitucional en septiembre, después de haber sido aplazado dos veces debido a la pandemia de coronavirus.
La reforma constitucional, apoyada por Moise y destinada a reforzar el Poder Ejecutivo, ha sido rechazada mayoritariamente por la oposición y muchas organizaciones de la sociedad civil.
La Carta Magna actual fue redactada en 1987, tras la caída de la dictadura de Jean-Claude Duvalier, y declara que “toda consulta popular destinada a modificar la Constitución por referendo está formalmente prohibida”.
Los críticos también han afirmado que es imposible organizar una consulta debido a la inseguridad que sufre el país.