El G7 acuerda un impuesto mínimo mundial a empresas de 15%. Propuestas se debatirán en la reunión del G20 del próximo mes.
Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países industrializados alcanzaron el sábado un acuerdo histórico para aplicar un marco de impuestos a empresas multinacionales como Google, Apple y Amazon.
En una medida que podría recaudar cientos de miles de millones de dólares para ayudarles a hacer frente a las secuelas del COVID-19, el Grupo de las Siete grandes economías avanzadas acordó respaldar una tasa de impuestos mínima del 15% y que las empresas paguen más impuestos en los mercados donde venden bienes y servicios.
“Los ministros de Economía del G7 han alcanzado un acuerdo histórico para reformar el sistema fiscal mundial con el fin de adaptarlo a la era digital global”, anunció el ministro británico de Economía, Rishi Sunak, tras presidir una reunión de dos días en Londres.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que el “compromiso significativo y sin precedentes” pondría fin a lo que llamó una carrera a la baja en materia de impuestos en el mundo.
El acuerdo, que ha tardado años en gestarse, también promete poner fin a los impuestos nacionales a los servicios digitales aplicados por Gran Bretaña y otros países europeos que, según Estados Unidos, afectan injustamente a los gigantes tecnológicos estadounidenses.
Sin embargo, las medidas tendrán que encontrar primero un respaldo más amplio en una reunión del G20 -que incluye varias economías emergentes- que se celebrará el mes que viene en Venecia. “Es complicado y este es un primer paso”, dijo Sunak.
Los ministros también acordaron avanzar para que las empresas declaren su impacto medioambiental de una forma más normalizada, de modo que los inversores puedan decidir más fácilmente si las financian, un objetivo clave para Gran Bretaña.
Los países ricos se han esforzado durante años para lograr una forma de recaudar más ingresos de las grandes multinacionales como Google, Amazon y Facebook, que a menudo registran sus ganancias en jurisdicciones donde pagan pocos o ningún impuesto.
El Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, dio un nuevo impulso a las estancadas conversaciones al proponer un tipo mínimo de impuesto de sociedades mundial del 15%, sobre el de países como Irlanda, pero por debajo del nivel más bajo del G7.
Alemania y Francia también acogieron con satisfacción el acuerdo, aunque el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, dijo que lucharía por un tipo mínimo global del impuesto de sociedades superior al 15%, que describió como un “punto de partida”.
El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, dijo que el acuerdo era “una mala noticia para los paraísos fiscales de todo el mundo”. “Las empresas ya no podrán eludir sus obligaciones fiscales registrando sus beneficios en los países con menos impuestos”, añadió.
El ministro irlandés de Finanzas, Paschal Donohoe, cuyo país es posiblemente un gran perdedor con su tasa impositiva del 12,5%, dijo que cualquier acuerdo global también debía tener en cuenta a los países más pequeños.
Sunak dijo que el acuerdo era un “gran premio” para los contribuyentes, pero que era demasiado pronto para saber cuánto dinero recaudaría Gran Bretaña.
El acuerdo no aclara exactamente qué empresas estarán cubiertas por las normas, refiriéndose únicamente a “las empresas multinacionales más grandes y rentables”.