Un relevamiento del Observatorio de Deuda Social de la UCA indicó que la pobreza llegó al 55% de la población, mientras que la indigencia alcanzó al 18% en el primer trimestre del 2024.
Las cifras de pobreza e indigencia en Argentina espantan. Un relevamiento del Observatorio de la Deusda Social Argentina alertó que alcanzó al 55% de la población y al 18%, respectivamente, en el primer trimestre del año, convirtiéndose en la cifra más alta desde 2002.
Fueron las políticas de desregulación y devaluación que generaron un shock de precios, sumado a la consecuente pulverización de los ingresos reales en diciembre y enero, que habría llegado incluso a un pico más alto en febrero, del 58%.
El director del ODSA-UCA, Agustín Salvia, indicó a Infobae que “a partir de dicho mes deviene una caída de la inflación y empieza a haber mejoras en las remuneraciones, incluso actualizaciones en los haberes jubilatorios y en los programas sociales. Esto hizo que la pobreza se estabilice en torno al 54% y 55% en el primer trimestre. En abril y mayo cayó levemente, pero de manera muy heterogénea”.
“El mayor problema ahora tiene que ver con la indigencia, porque la duplicación de la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar y el plan de los 1.000 días es una compensación al aumento de la inflación y en un contexto de caída del nivel de actividad y de mucha recesión los sectores informales, los cuentapropistas, autónomos y pequeñas empresas familiares o microemprendedores locales ven reducido su nivel de trabajo y la cantidad de horas trabajadas, lo cual baja su remuneración. En este sentido, la indigencia habría llegado al 18% de la población en los primeros tres meses del año”, explicó Salvia.
En esa línea, resaltó: “Entonces, se estabiliza el nivel de pobreza, incluso tiende a bajar a partir de que los sectores formales van recuperando sus ingresos, pero la situación se agrava en los sectores informales más pobres, en donde la asistencia social ya no alcanza y la reducción del nivel de trabajo produce un desgaste en los ingresos corrientes que hace que esos hogares que ya estaban bajo la línea de pobreza caigan en situación de indigencia”.
Por último, remarcó que en el contexto de recesión se genera un shock de desempleo a raíz del cierre de pymes, con lo que se agravarían tanto la pobreza como la indigencia.