Cobertura: Bautista Monferato
Este 9 de diciembre, las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora realizaron la marcha de los jueves, y junto a organizaciones sociales convocaron a acompañarlas en la 41º Marcha de la Resistencia. Se trata de 45 años de lucha ante el genocidio que significó la última dictadura cívico-eclesiástica y militar.
Se realizó la ronda habitual de los jueves de 15:30 a 16:00 y luego, hasta las 18:00, se realizaron paneles donde se detalló sobre el estado de los juicios de lesa humanidad, el vínculo inseparable entre la dictadura y la represión, con la deuda y el FMI, donde los trabajadores judiciales tuvieron su parte de oratoria.
Por otro lado, se reivindicaron las luchas actuales de los pueblos originarios, de los feminismos, de la defensa del medio ambiente contra el extractivismo, contra el gatillo fácil y la totalidad la represión estatal.
El reclamo principal es el de apertura de todos los archivos desde 1974 al 83; y la búsqueda de nietas y nietos apropiadxs en la dictadura. Al finalizar la ronda, hablaron Mirta Baravalle, Elia Espen y Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Red Informativa dialogó con Demetrio Iramahin, referente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, quien expresó: “Como todos los jueves desde hace casi 45 años las Madres marchan a partir de las 15:30, siendo esta la marcha 2278”.
“La particularidad es que al finalizar la marcha, las comunidades originarias de todo el país harán entrega de sus emblemas a las Madres de Plaza de Mayo, luego de esgrimir un discurso propio en torno a su lucha”, continuó.
“Nosotros no estamos aquí por la marcha de la Resistencia a la que convocan agrupaciones de izquierda, sino que venimos como cada jueves a militar la memoria, la verdad y la justicia, para que haya una garantía de Derechos Humanos adecuada. Las Madres durante muchos años marcharon aquí 24 horas seguidas, no tres como en otras convocatorias, por eso son el símbolo mismo de la lucha”, manifestó de modo tajante.
En cuanto a lo particular del día de ayer, relató: “La única diferencia es que este 9 de diciembre asistirán compañeros y compañeras pertenecientes al Sindicato de Trabajadores Judiciales, que movilizan mucha gente, y si bien todos los jueves hay un número importante de personas, ellos le adhieren masividad a la causa”.
“La fuerza de la marcha está en la constancia, la permanencia y la imposibilidad de suspensión, suceda lo que suceda en el país”, añadió.
Luego, hizo referencia al cumplimiento de los 20 años del estallido del 2001: “Aquel 20 de diciembre, como siempre, las Madres estuvieron en la plaza. Esto nunca se detuvo, ni se va a detener”.
“Es impactante como continúan existiendo muchas violaciones a los Derechos Humanos, algo que sucede en Argentina desde hace muchos años. Por eso seguimos en la calle, en la lucha. La pelea por esta causa no es solo en relación a lo que pasaba en los años ´70, aunque no hay que olvidarlo nunca y se siga luchando por el fin de la impunidad y encarcelamiento de los genocidas”, advirtió.
“Es también llevar adelante los ideales revolucionarios de aquella generación desaparecida. Muchas de sus peleas continúan inconclusas y se siguen librando, por eso estamos siempre en las calles”, sentenció.
Asimismo, este medio conversó con Leandro Schagenbaum, referente de la FOL autónoma, quien no dudo en afirmar: “Venimos a una marcha de la resistencia a representarla”.
“Es un acontecimiento histórico que en su momento duraba 24 horas y al cual asistí numerosas veces de chico. Lógicamente el tiempo se acortó dado que las Madres fueron envejeciendo , pero la mística se mantiene y no hay nada como acompañarla a girar entorno a la plaza”, explayó.
“Esto ya no es sólo por los 30 mil, sino también por las nuevas represiones y todo lo que se viene vinculando a los casos de gatillo fácil, así como el repudio a los avances que hay en el sur contra los mapuches”, agregó.
Posteriormente, también eligió referirse al 2001: “Es un mes especial, donde se cumplen 20 años de lo que fue una rebelión popular que dio lugar a una gran camada militante. Fue la época más caótica desde el punto de vista económico y político, pero también muy creativa desde la perspectiva militante”.
“Debemos retomar esa creatividad, buscando alternativas por caminos no transitados como en aquel entonces, esa es la mejor manera de recordarlo para que nunca vuelva a suceder”, amplió.
“Recuperar el espíritu rebelde de esa época, hoy institucionalizado, sería un hecho clave. Se debe reivindicar esa parte creativa siempre horizontal”, continuó.
Finalmente, se manifestó respecto a la actualidad de los Derechos Humanos: “Hay una creciente visibilización de algo que sucedió siempre como herramienta básica del control represivo estatal. Todo se da como una especie de guerra de baja intensidad contra los sectores más empobrecidos”.
“Siempre la fuerzas de seguridad se encargan de matarte por usar gorra, por el color de piel, o por ser de un barrio popular, pero antes no contaban con la repercusión actual. Eso es algo dentro de todo positivo para que esos actos se terminen con urgencia, darle la visibilidad correspondiente a todos los casos de gatillo fácil y de desaparecidos en democracia”, culminó.
La Marcha de la Resistencia
La propia Asociación Madres de Plaza de Mayo describe la Marcha de la Resistencia de la siguiente manera: “Es una herramienta de lucha creada por las Madres en 1981, en plena dictadura militar. Consiste en marchar 24 horas seguidas en Plaza de Mayo”.
Las Madres de Plaza de Mayo realizó 25 marchas de la resistencia (desde 1981 hasta 2006), cuando la suspendieron al considerar que “el enemigo no estaba más en la Casa Rosada”, en reconocimiento al gobierno de Néstor Kirchner. Fue reeditada el 10 de diciembre de 2015, durante el primer día de gobierno de Mauricio Macri y luego se realizó en 2016 –dos ocasiones-, 2017, 2018 y en 2019 bajo la consigna “El amor vence al odio”.
La Marcha de la Resistencia, realizada el 9 de diciembre de 1981, fue convocada por “Familiares de detenidos y desaparecidos por razones políticas” y “Madres de Plaza de Mayo”. Estas marchas se repetirían todos los años, bajo distintos gobiernos y con diversas consignas y fuerzas.
Pero la de 1981 fue la primera. Fue un salto en la movilización democrática y de los familiares de las víctimas de la represión genocida. Venía precedida por varias iniciativas en las que participaban no solo las madres y familiares de los detenidos y desaparecidos, sino también crecientes sectores populares. En primer lugar los estudiantes, pero también sectores profesionales, de clase media, vecinos y trabajadores.
El propósito era evidenciar no solo la resistencia física y moral de las Madres y Familiares, sino su resistencia política a colaborar con la dictadura, a negociar “una reconciliación nacional” como planteaba la Curia Católica, entregando su lucha consecuente por la libertad y la aparición con vida de los desaparecidos.
En aquel entonces, comenzó a las 15 horas, con más de 2.000 compañeros. Luego fue decayendo durante la noche y se volvió a nutrir en horas de la mañana. Antes del cierre, fueron entrando a la Plaza sectores estudiantiles, sorteando las presiones del cerco represivo que sin disimulo había colocado la dictadura. Los trabajadores céntricos (bancarios, oficinistas, etc.) durante toda la jornada iban mostrando su solidaridad con les marchantes. Ya no eran las “locas de Plaza de Mayo”, sino las luchadoras por la libertad contra la dictadura. Al finalizar la jornada varios centenares corearon la consigna “libertad, libertad”.
Pero en lugar de desconcentrar, salieron de la Plaza, marchando por Avenida de Mayo, cortando el tránsito. Fue uno de los primeros piquetes de la historia contemporánea nacional. Y no solo no recibieron quejas de los automovilistas, sino que muchos de ellos tocaron sus bocinas y algunos se sumaron a la movilización. En el transcurso del recorrido recibieron muestras de adhesión de los transeúntes y desde balcones y ventanas.
La Marcha de la Resistencia no fue solo una jornada porteña. Se tomaron iniciativas similares en todo el país. En Mar del Plata se realizó una “misa” convocada por los Familiares y Madres como parte de la campaña nacional lanzada por estos dos movimientos. Al finalizar salió un micro con 30 compañeros para participar de las “24 horas” de Plaza de Mayo. En Neuquén impulsada por sectores de la juventud, en Tucumán, en Quilmes, en Merlo.