Las líneas de colectivos que circulan por el AMBA redujeron la cantidad de servicios que brindan y reclaman que se ajuste el valor de la tarifa o el subsidio ante el aumento de la inflación.
Los pasajeros de colectivos que circulan por el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sumarán una complicación en los últimos días del año. La frecuencia de las unidades se redujo un 50% en promedio debido al efecto de la devaluación que ejecutó el gobierno de Javier Milei y al congelamiento de la tarifa y el subsidio. Este combo se traduce en una caída de la rentabilidad para las empresas. Mientras que el pasaje mínimo de colectivo hoy es de 52,96 pesos, alertan que el costo del pasaje sin subsidio debería ser de 800 pesos. Desde el Gobierno podrían buscar “acuerdos” durante la tarde de este martes.
La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) sugirió a los operadores realizar la máxima cantidad de servicios posible y la medida comenzó a fines de la semana pasada, pero recién impactó este martes después de las fiestas. Se trata de 377 líneas que operan entre la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense y que representan 18.500 colectivos.
Desde AAETA denuncian que existe una brecha del 100% entre los 400 pesos que perciben entre la tarifa y el subsidio con los costos para operar el servicio que llevan al pasaje a un valor de 800 pesos. Al respecto, recuerdan que el valor del boleto está congelado desde agosto y el subsidio desde septiembre. Mientras que el gasoil duplicó su precio en los últimos cuatro meses.
El vicepresidente de AAETA, Luciano Fusaro, apuntó que se trata de un problema que arrastraron durante el 2023 y que se agravó con la reciente devaluación. Al explicar la decisión adoptada por las empresas, dijo: “No tienen medios materiales para sostener el 100% de la frecuencia”. Y siguió: “En la medida que siga habiendo inflación y los ingresos permanezcan congelados, las empresas no tienen forma de brindar el servicios. Si no se ajusta la tarifa o el subsidio acorde a inflación, no solo no se va a resolver sino que va a empeorar”.
Asimismo, resaltó que “los operadores no tienen otra forma que reducir el servicio para garantizar continuidad” y advirtió de cara a lo que viene: “Sino la alternativa es cerrar, pero lo queremos evitar”. Diferenció que algunas empresas alcanzan a dar el 40 por ciento del servicio y otras el 60, pero que en general cerca de la mitad de los servicios no se están ofreciendo.
Al respecto, el presidente de la Cámara Empresaria Autotransporte de Pasajeros, José Troilo, afirmó en TN que ante este panorama no se puede costear el servicio completo. “Con lo que se recauda de los boletos no alcanza para cubrir los gastos, los subsidios son el 90% del ingreso”, explicó. “Nadie nos presta un peso”, cuestionó y aseguró que esta reducción en el transporte público no es una medida de fuerza si no que las empresas “hacen lo que pueden”.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, anunció que por la tarde podría llevarse a cabo una reunión para solucionar “los desacuerdos que hay” entre las partes. “El subsidio a la oferta va a ir camino a su extinción. Nuestro norte es que los subsidios los reciba, precisamente, la demanda, el usuario. Entendemos que, por supuesto, el sistema de transportes -especialmente en el AMBA- sufre una gran distorsión, al margen de la inequidad que existe con las provincias”, remarcó.
Mientras que sostuvo que el dato de “ajuste de tarifas” se conocerá tras audiencia pública y que el objetivo del Gobierno es que el 1° de enero habrá “novedades” respecto al esquema de nuevos subsidios.
Hace dos semanas, el ministro de Economía, Luis Caputo, emitió un mensaje grabado en el que enumeró una serie de decisiones enmarcadas en un paquete de urgencia económica que se traduce en medidas de ajuste tarifario y entre ellas se destaca la reducción de subsidios al transporte.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, había anunciado que la quita de subsidios se haría efectiva desde enero, mientras que Caputo precisó que la reducción de aportes estatales será del 35 por ciento. Todavía no se sabe de forma oficial cuál será el valor del pasaje mínimo, pero las empresas alertan que sin subsidios ese precio debería ser de 800 pesos.