Pedirán perpetua para el acusado por el travesticidio de Alejandra Villa

El principal imputado es Rodrigo Alejandro Keilis (21), empleado de descarga de camiones, quien por este caso llegó preso al juicio, con prisión preventiva.

Un tribunal comenzó hoy a juzgar a un joven de 21 años como presunto autor del crimen de Alejandra Salazar Villa, una mujer trans que en diciembre de 2020 fue asesinada en su departamento del barrio porteño de Balvanera, en un debate para el cual tanto el colectivo LGTBIQ+ como la fiscalía esperan una condena a prisión perpetua por la figura del “travesticidio”, informaron fuentes judiciales.

Seguirá preso por al menos dos años el acusado por el transfemicidio de  Alejandra Ironici - FM Luzu 92.3 Mhz - Villa Luzuriaga
Foto: MHZ

El juicio -que ya se había postergado en marzo, comenzó este lunes por la mañana ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 26 de la Capital Federal, en el edificio judicial de la calle Paraguay al 1500, ante los jueces Marcelo Alvero, Maximiliano Dialeva y Carlos Rengel Mirat.

El principal imputado es Rodrigo Alejandro Keilis (21), empleado de descarga de camiones, quien por este caso llegó preso al juicio, con prisión preventiva. La acusación está en manos de la fiscal general de juicio Diana Goral, quien anticipó que buscará una condena a prisión perpetua por “travesticidio o transfemicidio”, figura contemplada en el agravante del “odio de género” establecido el inciso 4to. del artículo 80 del Código Penal.

“Homicidio agravado por mediar odio a la identidad de género, en concurso real con robo simple”, es la imputación completa que enfrenta Keilis en este juicio. Voceros judiciales indicaron a Télam que en la audiencia de hoy Keilis no declaró sobre el hecho que se le imputa, pero en el interrogatorio inicial, cuando le preguntaron por eventuales adicciones, le respondió a los jueces que desde los 11 años está “en la calle” y que toma “de todo”.

El segundo imputado es su tío, Pablo Isaac Getar (41), quien llega en libertad, aunque solo lo acusan como partícipe necesario del robo del televisor de la víctima, ya que si bien se constató que llegó al edificio junto a su sobrino y Salazar Villa, se quedó en la calle y no participó del crimen.

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Alejandra Villa. Foto: TW

Según las fuentes, en la jornada de hoy declararon un total de siete testigos, la mayoría vecinos del edificio donde vivía y asesinaron a Alejandra, pero se destacaron las declaraciones del detective de la Comuna 3 de la Policía de la Ciudad que analizó los videos que incriminan a los imputados y el de Marcela Tobaldi, presidenta de la asociación civil La Rosa Naranja, que lucha por los derechos de la identidad travesti, transexual, transgénero y las víctimas de violencia de género.

Tobaldi pidió ante los jueces “Justicia por Alejandra” y aseguró que, de acuerdo con las estadísticas de su organización, en lo que va del año en el país ya asesinaron a “siete chicas trans o travestis”. Según el requerimiento de elevación a juicio, formulado por el entonces fiscal de instrucción Ignacio Mahiques y por la fiscal Mariela Labozzetta, de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), Keilis está acusado de “haber matado a Alejandra Salazar Villa el 6 de diciembre de 2020, entre las 18.47 y las 20.22, en el interior de la vivienda de la nombrada, ubicada en la avenida Corrientes 2221, 4to. piso C, de la ciudad de Buenos Aires, y de haberse apoderado ilegítimamente de distintos bienes”.

En el caso de Getar, solo se le atribuye “haber cooperado con Keilis en la ejecución de este último hecho, puntualmente en la concertación previa del encuentro con la víctima en su departamento y, luego, en el traslado de los elementos sustraídos, entre los cuales se encontraba un televisor de color negro”. El asesinato de esta mujer trans de nacionalidad peruana se descubrió el 13 de diciembre de 2020 porque varios vecinos del edificio llamaron a la policía por lo olores nauseabundos que emanaban del departamento de la víctima, cuyo cadáver estaba tendido junto a la cama de una habitación con un estado de siete días de descomposición.

Según lo reconstruido en la investigación, una semana antes, Alejandra salió de hacer una compra en el supermercado Coto de Bartolomé Mitre al 1500 y en la esquina de esa calle y la avenida Callao se encontró con los dos imputados, que la acompañaron caminado hasta su domicilio. Keilis la ayudó a cargar las bolsas y subió al departamento, mientras que Getar se quedó esperando en la vereda de enfrente. “Una vez en el interior de la habitación de la nombrada y en el contexto presunto de una relación sexual, el autor colocó una de las bolsas de nylon traídas desde el supermercado, específicamente aquella en la que transportaba las manzanas, y la tomó fuertemente del cuello. Lo que provocó la fractura del hueso hioides y la muerte por compresión del cuello y sofocación”, señala la acusación fiscal.

Siempre según el requerimiento de la fiscalía, Keilis luego se apoderó de un televisor, de un juego de llaves, se tomó un taxi hasta Constitución, donde se volvió a encontrar con Getar y vendieron la TV robada.

El punto de partida de la investigación que hizo la Comuna 3 de la Policía de la Ciudad fue el hallazgo del ticket con fecha y hora de la compra en el supermercado, a partir del cual revisaron cámaras de seguridad y en los videos quedaron grabados los dos imputados caminando junto a la víctima rumbo al edificio.

Pedirán perpetua para el acusado por el travesticidio de Alejandra Villa
Imágenes de los hechos relatados. Foto: Infonews

En su indagatoria, Keilis admitió haber ido a la casa de Salazar Villa a tener relaciones sexuales, dijo que tuvieron una pelea, que le dio un “golpe fuerte en la cara”, que la dejó tendida al costado de la cama y reconoció que luego robó un televisor, pero negó haberla estrangulado y colocado una bolsa en la cabeza.

Al fundamentar la figura del homicidio por odio de género, los fiscales sostuvieron: “No es necesario ni correcto adjudicarle a Keilis una calidad especial de ‘transfóbico’ o ‘transodiante’. Para el tipo penal en estudio, alcanza con que haya introyectado los prejuicios discriminatorios que operan sobre las mujeres trans en la sociedad y los haya exteriorizado del modo en que lo hizo, asesinando brutalmente a Alejandra Salazar”.