Afirman que 23 millones de personas están expuestas a las consecuencias del terremoto, incluyendo cinco millones de personas vulnerables. Una recién nacida fue rescatada con vida aún conectada al cordón umbilical. Su madre y el resto de su familia murieron bajo los escombros.
Los equipos de rescate en Turquía y el norte de Siria luchaban este martes contra el reloj y el frío para buscar entre los escombros a supervivientes del sismo del lunes, que causó más de 7.800 muertos y unos 35.000 heridos, según el último balance difundido oficialmente. Hasta la mañana del martes las víctimas fatales rondaban las 5.000. En este contexto, estaba previsto que empiecen a llegar a Turquía equipos de socorristas procedentes de Francia y Qatar. Tras el sismo, habilitan una línea telefónica para residentes argentinos en Turquía.
La primera sacudida, en la madrugada del lunes, alcanzó una magnitud 7,8 y se sintió hasta en Líbano, Chipre y el norte de Irak. En Turquía, el número de muertos se elevó a 5.894, según el último balance de las autoridades, mientras que en Siria murieron al menos 1.932 personas, lo que suma un total de 7.826 víctimas mortales, informó la agencia AFP.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decretó el estado de emergencia por tres meses en diez provincias del sureste azotadas por el sismo. En base a los mapas de la zona afectada, una responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Adelheid Marschang, indicó que “23 millones de personas están expuestas” a las consecuencias del terremoto, “incluyendo cinco millones de personas vulnerables”.
“Es una carrera contra el reloj”, advirtió el director general de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Por momentos con las manos desnudas, los socorristas continuaron la dramática búsqueda de supervivientes durante la noche, desafiando al frío, la lluvia o la nieve y el riesgo de nuevos derrumbes.
En Alepo, Mahmud al Ali esperaba junto a un edificio destruido. “Mi suegra, mi suegro y dos de sus hijos (están atrapados)”, dijo y agregó: “Estamos aquí sentados, en el frío y la lluvia, esperando que los socorristas empiecen a excavar”.
En tanto, en Jinderes, una localidad siria en la frontera con Turquía, una bebé recién nacida, aún unida a su madre por el cordón umbilical, fue rescatada entre los escombros de un edificio de cuatro plantas que se derrumbó.
La bebé es la única sobreviviente de la familia que vivía en el inmueble derrumbado, ya que los equipos de socorristas encontraron previamente “los cadáveres de su padre, Abdalá Mleihan, su madre, Aafra, sus tres hermanas, su hermano y su tía”.
En la provincia de Hatay, en el sur de Turquía, rescataron con vida a una niña de 7 años que había quedado bloqueada bajo una montaña de escombros. “¿Dónde está mi madre?”, preguntó la pequeña, con su pijama rosa manchado de polvo, en brazos de un socorrista. El futbolista ghanés Christian Atsu, exjugador del Málaga y del Chelsea y que fichó en septiembre por el Hatayspor, fue encontrado vivo entre los restos de un inmueble.
Las malas condiciones meteorológicas en la región de Anatolia complican las labores de rescate y ensombrecen las perspectivas de los supervivientes, que se calientan en tiendas o junto a hogueras improvisadas.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, prometió a su homólogo turco “toda la ayuda necesaria, sea la que sea”. Un contingente francés de asistencia pretende llegar hasta Kahramanmaras, en la zona del epicentro, una región de acceso difícil y sepultada bajo la nieve.
China anunció el envío de una ayuda de 5,9 millones de dólares, mientras que Emiratos Árabes Unidos prometió 100 millones de dólares para Siria y Turquía. A su vez, Arabia Saudita anunció un puente aéreo para proporcionar ayuda. Según Erdogan, 45 países ofrecieron ayuda, incluido Ucrania, que anunció el envío de 87 socorristas a Turquía, a pesar de estar en plena guerra con Rusia.
El llamado del Gobierno de Siria recibió la respuesta de Moscú, su aliado, que prometió equipos de socorro “en las próximas horas”, además de 300 militares rusos que ya se encuentran en el lugar para ayudar en el rescate.
La ONU también reaccionó, pero insistió en que la ayuda debe llegar a toda la población siria, incluida la parte que no está bajo control de Damasco. La Media Luna Roja siria instó a la Unión Europea a levantar las sanciones contra Siria. En tanto, llegaron a territorio sirio los primeros aviones iraquíes con ayuda humanitaria. que aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Damasco, reportó la agencia Europa Press.
El Ministerio de Exteriores de Irak, que ha explicado que “lo sucedido a Siria”, afectó “a todos”, precisó que cada aeronave tiene 70 toneladas de alimentos, medicinas y mantas. Asimismo, Irán ha enviado a Damasco un avión con ayuda humanitaria para las víctimas de los terremotos.
El embajador de Irán en Damasco, Mahdi Sobani, expresó sus condolencias a Siria y resaltó que el avión traslada 45 toneladas de alimentos, sábanas, tiendas, medicinas, suministros médicos y otros materiales en lo que describió como “el primer paquete” de ayuda por parte de Teherán.
Los balances a un lado y otro de la frontera no dejan de aumentar y, teniendo en cuenta la magnitud de la destrucción, pueden seguir la misma tendencia. Solo en Turquía, las autoridades contabilizaron casi 5.000 inmuebles derrumbados. Además, la caída radical de las temperaturas conlleva un riesgo suplementario de hipotermia para los heridos y las personas atrapadas bajo los escombros.
El lunes, se registraron hasta 185 réplicas, además de las dos sacudidas principales: una de 7,8 en medio de la madrugada y la otra de magnitud 7,5, al mediodía. Las réplicas continuaron durante la madrugada de hoy: la más fuerte, de magnitud 5,5, ocurrió a las 6.13 hora local (0.13 en Argentina) 9 kilómetros al sureste de Gölbasi (sur).
Las autoridades turcas habilitaron gimnasios, escuelas y mezquitas para albergar a los supervivientes, pero, por temor a nuevos sismos, muchos habitantes prefirieron pasar la noche al aire libre. “Todo el mundo tiene miedo”, aseguraba en Sanliurfa (sureste de Turquía) Mustafa Koyuncu, un hombre de 55 años que pasó la noche con su mujer y sus cinco niños en el automóvil de la familia.
El de ayer fue el terremoto más importante en Turquía desde el del 17 de agosto de 1999, que causó la muerte de 17.000 personas, un millar de ellas en Estambul. El presidente turco decretó un luto nacional de siete días y el cierre de escuelas durante una semana.
Los números de contacto por emergencias brindados por el Gobierno para solicitar información sobe ciudadanos argentinos radicados en Turquía son:
- Teléfono de guardia de la Embajada argentina en Turquía: +90 533 548 97 18.
- Consulado argentino en Estambul: +90 530 041 78 82.
- Teléfono de guardia de la Embajada argentina en Siria: +963 933 884 050.