El reportero gráfico fue asesinado el 25 de enero de 1997 en Pinamar mientras investigaba casos de corrupción de Alfredo Yabrán. Los vínculos de la Policía Bonaerense con el empresario y la responsabilidad política para garantizar impunidad
Por Diego Adur
Hace 25 años, José Luis Cabezas era encontrado muerto en la parte trasera de un auto incendiado y con dos tiros en el cráneo. El fotógrafo seguía de cerca a uno de los empresarios más poderosos de los años ‘90, Alfredo Yabrán, y había logrado fotografiarlo un año antes caminando por las playas de Pinamar.
El asesinato de Cabezas tuvo una enorme repercusión en la sociedad y consecuencias políticas muy puntuales. Su bandera y su legado son enarbolados cada vez que trabajadores y trabajadoras de prensa exigen libertad de expresión. El escándalo por la muerte del fotógrafo mermó las aspiraciones políticas de los candidatos del Partido Justicialista, que se disputaban entre la re-reelección de Carlos Menem y la postulación de Eduardo Duhalde, quien terminó compitiendo en las elecciones presidenciales de 1999 en las que ganó Fernando De la Rua.
Después de años de investigación periodística y varias coberturas llevadas a cabo por la revista Noticias, Cabezas logró fotografiar a Alfredo Yabrán, empresario dueño de la empresa postal OCA y relacionado con casos de corrupción y vinculaciones políticas. Yabrán se mantenía a la sombra de la prensa, pero en el verano de 1996, un año antes de su asesinato, Cabezas logró fotografiar al empresario caminando junto a su mujer en una playa de Pinamar. Así, “logró ponerle rostro al personaje más oscuro y poderoso de los años ‘90”, aseguró su compañero de trabajo en Noticias, el periodista Gabriel Michi. Yabrán se jactaba de que ni siquiera los servicios de Inteligencia tenían imágenes suyas y aseguraba que “sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente”. Revista Noticias publicó la foto en su portada de la edición de marzo de 1996. Los tiros se los llevó el fotógrafo José Luis Cabezas, por el solo hecho de cumplir su labor como reportero gráfico.
Cabezas había comenzado su carrera en la revista Noticias en 1989. Su principal tarea consistía en desenmascarar a este tipo de personajes misteriosos, polémicos y peligrosos. Para el verano del ‘97, Cabezas y Michi fueron enviados por Noticias para investigar a Yabrán y sus vinculaciones con negocios ilegales y casos de corrupción. El 24 de enero asistieron a una fiesta que brindó otro de los grandes empresarios postales, Oscar Andreani. Tenían como objetivo primordial entrevistar a Alfredo Yabrán. Cabezas se fue de la fiesta antes del amanecer del 25. Cuatro integrantes de la banda “Los Hornos” que respondía a Yabrán lo secuestraron cuando se subía al auto Ford Fiesta blanco que la revista Noticias les había contratado. El policía Gustavo Prellezo, de la Policía Bonaerense, los seguía. Lo llevaron a General Madariaga, a 15 kilómetros de Pinamar. El comisario de Pinamar, Alberto Gómez, ya había ordenado liberar la zona. Lo esposaron, incendiaron el auto y Prellezo le disparó dos tiros en la cabeza que terminaron con su vida. Ese mismo 25 de enero de 1997 fue encontrado muerto y con el cuerpo carbonizado.
Por el crimen fueron acusados integrantes de la banda delictiva conocida como “Los Hornos”, íntimamente relacionada a Yabrán. La banda era liderada por el ex policía de la Bonaerense, Gustavo Prellezo, condenado como uno de los autores materiales del asesinato de Cabezas. Yabrán fue considerado el autor intelectual del crimen, pero fue respaldado por el poder político durante varios meses después de cometido el asesinato. Cuando el menemismo le soltó la mano, la Justicia ordenó su captura. Yabrán se escondió en una estancia que tenía en Entre Ríos y allí se suicidó, en mayo de 1998. Prellezo se había juntado con Yabrán un mes antes del asesinato del reportero gráfico. También fueron condenados por participar en el homicidio de Cabezas: el ex policía Aníbal Luna; Gregorio Ríos, quien oficiaba de jefe de seguridad de Yabrán; y el comisario de la seccional de Pinamar, Alberto Pedro Gómez. Todos ellos cumplieron apenas una parte de su condena y fueron beneficiados con la libertad condicional. Sergio Camaratta, policía condenado por haber hecho inteligencia sobre Cabezas y sus compañeros, murió en la cárcel.
Después del crimen, Yabrán fue protegido por el entonces presidente Carlos Menem, quien buscaba su re-reelección. Dentro del partido Justicialista, Eduardo Duhalde quería ocupar el sillón presidencial en las próximas elecciones. El escándalo por el asesinato de Cabezas, con la participación directa de la Policía Bonaerense en contacto directo con el círculo íntimo de Yabrán, salpicó las aspiraciones políticas de ambos candidatos. Finalmente, le soltaron la mano a Yabrán. Fue condenado por haber organizado el asesinado del fotógrafo y se suicidó antes de poder ser capturado.
El juicio por el asesinato de Cabezas concluyó en febrero del 2000 y tuvo 8 condenados, todos a prisión perpetua: Los cuatro integrantes de la banda “Los Hornos” de La Plata, autores materiales del hecho: Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana; Gregorio Díaz, jefe de seguridad de Yabrán; y los policías de la Bonaerense Gustavo Prellezo, Aníbal Luna y Sergio Camaratta. Más allá de las penas altas que recibieron los responsables, poco a poco, se les fue concediendo beneficios que redujeron sus años en prisión. Con la muerte de Camaratta y de Retana en la cárcel, el único de los condenados que aún no tiene cumplida su pena es Prellezo. Sin embargo, le fue concedida la libertad.
Alfredo Yabrán estaba siendo investigado por corrupción política y acusado de mafioso por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo. Además de su emporio postal, tenía vinculaciones con empresas de aviación, compañías de almacenamiento en distintos aeropuertos de Argentina, agropecuarias y agencias de seguridad, que contaban con personal acusado de crímenes de lesa humanidad en la última dictadura cívico-militar. Cuatro días después del asesinato de Cabezas, Cavallo ratificó su denuncia sobre Yabrán en el Congreso. La revista Noticias entrevistó algunas pocas veces a Yabrán y Cabezas logró tomarle esa foto tan emblemática caminando por una playa de Pinamar junto a su mujer. Esa foto fue publicada en la revista en marzo de 1996, un año antes de que Yabrán orquestara junto a la Policía Bonaerense el asesinato de Cabezas.
En aquellos tiempos, utilizaron el sistema informático Excalibur para comprobar los contactos de Yabrán con el poder político que le garantizaba impunidad de la mano de Menem, y entre Prellezo y Díaz, quienes coordinaron el asesinato. Durante la investigación se pudo verificar el entrecruzamiento de llamadas entre el empresario, los policías de la Bonaerense y funcionarios del gobierno menemista. Se supo que antes del asesinato del fotógrafo, y posteriormente, hubo más de 50 llamadas entre el autor intelectual del hecho –Gustavo Prellezo- y el jefe de seguridad de Yabrán –Gregorio Díaz-. Gracias a este sistema Excalibur se conocieron datos específicos de esas llamadas mafiosas: desde dónde se hacían, cuánto duraban y a qué hora eran realizadas.
Movilización en reclamo de justicia
Este martes 25 a las 11 horas, a 25 años del asesinato de José Luis Cabezas, está convocado un acto en homenaje al fotógrafo en ARGRA (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina), ubicado en Venezuela 1433, Ciudad de Buenos Aires. Además de los fotógrafos y fotógrafas de ARGRA participan de la convocatoria SIPREBA (Sindicado de Prensa de Buenos Aires) y FATPREN (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa)
En las afueras de Pinamar, en la cava donde fue encontrado el cuerpo del fotógrafo asesinado, también se realizarán distintas actividades para recordar a José Luis: Se plantará un árbol y se descubrirá una placa homenaje en un acto con invitados e invitadas especiales, al que también asistirá el actual intendente de la localidad. Además, en la Casa de la Cultura, en Madariaga, se inaugurará una muestra con video sobre la vida de Cabezas.
