Tenía 62 años y fue internado de urgencia a fines de agosto por una insuficiencia renal.
El bajista, autor y cantante Horacio ‘Marciano’ Cantero, líder del grupo de rock Enanitos Verdes murió este jueves a los 62 años tras estar internado en la sala de terapia intensiva de una clínica mendocina a causa de una dolencia renal, confirmaron sus allegados. Javier Cantero, hijo del músico, agradeció “a todos los fans, a todos los amigos de la vida, a la familia, todos los rezos y el apoyo que hemos recibido estos días”.
“Por más que estoy muy triste, miro estos 30 años que pude pasar con él. Cada día con él fue un regalo. No puedo también dejar de estar feliz por el gran hombre que era y por todo el amor que le devolvieron en estos días”, resumió Javier.
El artista había sido operado de urgencia la semana pasada y le habían extirpado un riñón y parte del bazo, un cuadro que según su hijo hizo que “después de la operación tuviera momentos no tan buenos, pero hoy estaba un poco mejor, aunque la situación era crítica. La verdad es que no era bueno el panorama”.
“Quiero que lo recuerden no solo como el compositor, el cantante y el artista que era, sino también como una persona maravillosa y mi mejor amigo en el mundo”, expresó. Cantero hijo añadió que “él siempre decía en las entrevistas que (la canción) ‘Amigos’ la compuso porque quería que su hijo fuera su mejor amigo, y se cumplió y él lo sabía así que eso me deja tranquilo”.
Eduardo Cantero, hermano del músico, lo definió como “un ser de luz. Una persona muy humilde” y anunció que sus restos serán velados en el edificio de la Secretaria de Turismo y Cultura de la provincia.
El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez, posteó en su cuenta oficial de Twitter: “Con profundo dolor quiero despedir a Marciano Cantero, un artista mendocino que trascendió fronteras hasta convertirse en un icono del rock argentino. Mis condolencias a sus familiares y amigos”.
Cantero fue el puntal de un grupo que con Felipe Staiti en guitarra y Daniel Piccolo en batería, desde Mendoza aportó un color diferente a la creciente escena del rock argentino de inicios de los 80.
En ese camino, el terceto encontró su mayor caja de resonancia en el cordobés Festival de La Falda de 1984 donde se erigió en la revelación y ese espaldarazo le posibilitó llegar a Buenos Aires y grabar su álbum debut e independiente “Los Enanitos Verdes” para el que sumí la guitarra y la voz de Sergio Embroni (guitarra y voz) que incluyó “Aún sigo cantando”, su primer suceso.
Ya con Tito Dávlia en lugar de Embroni para sumarse al trío base y con Andrés Calamaro como productor artístico, la banda publicó en 1986 “Contrarreloj” donde registró otras canciones de alto impacto como “Tus viejas cartas”, “Cada vez que digo adiós” y “La muralla verde”.
También con “El Salmón” como sostén e invitando a Cantero a sumarse en “No te bancaste” de su propio disco “Por mirarte”, Enanitos Verdes lanzó “Habitaciones extrañas” donde a su arsenal de piezas de gran popularidad añadió los títulos “Te vi en un tren” y “Por el resto”, además de una personal versión de “El extraño del pelo largo”.
Por entonces y siguiendo la huella de Zas y Soda Stéreo, la formación empezó a incursionar en un territorio que marcaría definitivamente su camino al girar por Latinoamérica y convertirse rápidamente en una referencia del rock argentino en los países de la región y en una notable influencia estética para jóvenes de esos países.
Las crónicas dan cuenta que durante seis meses la banda dio 31 recitales en diversas ciudades del continente, entre ellos, tres en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar donde obtuvo dos Antorchas de Plata, uno de las distinciones que otorga el certamen chileno.
Con esa mira internacional como principal objetivo, hacia 1989 lanzó “Carrousel” (con el hit “Guitarras blancas” como bandera), pero el conjunto se separó Cantero tuvo su experiencia solista plasmada en dos álbumes: “Luna nueva” donde su pulso popular se expresó en “Todos esos momentos” de alta difusión en Chile y lo empujó a una segunda placa titulada “Beat Club”.
Sin embargo, la leyenda de Enanitos Verdes revivió rápidamente y en 1992 la reunión quedó plasmada en “Igual que ayer”, igual título que una de las canciones fundamentales del nuevo repertorio.
Animados por el buen retorno, los integrantes del combo protagonizaron el “Jurasic Tour” por Hispanoamérica, con “Big Bang”, del 94, alumbraron “Lamento boliviano”, sostuviero su éxito chileno, brillaron en España y protagonizaron el “II Festival Iberoamericano de Rock” en Caracas antes de resgitrar “Guerra Gaucha” (1996) en Los Ángeles sumando un elenco capaz de contener a Domingo Cura, Daniel Binelli, Luis Conte y Cosme, de Café Tacuba.
Otro hito se dio hacia 1998 con “Tracción acústica” con el que Enanitos Verdes se convierte en el primer grupo y tercer artista argentino en firmar para una compañía estadounidense y así quedar nominado a los Grammy.
Aún con álbumes de cada vez menor trascendencia local, el pulso internacional siguió expresandóse en el Watcha Tour 2000 donde compartió 17 conciertos con Molotov, Aterciopelados, Café Tacvba, y A.N.I.M.A.L., entre más, una gira que se repetiría al año siguiente con otras 21 presentaciones.
Con ese andar itinerante y viajero y con Jota Morelli en la batería desde 2009, antes de la internación de Cantero, Enanitos Verdes venía de presentarse por ciudades de Latinoamérica y de Estados Unidos y hacia octubre planeaba iniciar otra recorrida por Perú, México y Estados Unidos.
Sobre esta serie de actuaciones póstuma para Cantero, su hermano Eduardo comentó que constó de “23 shows en México y 19 en los Estados Unidos, algo que no es lo mismo hacer con 30 años que con 62. Fue una gira muy extensa y muy agotadora”. Además de su labor pública en Enanitos Verdes, Cantero estaba casado con Viviana, su novia de la adolescencia, por quien dejó México donde se naturalizó y se asentó en Mendoza.