El vocero del presidente ruso Vladimir Putin dijo a periodistas que la exigencia de que se le pague el gas en rublos y no en dólares obedeció a sanciones occidentales por las que se congelaron sus reservas en divisas extranjeras en bancos en el exterior.
Rusia dijo este miércoles que podría dejar de enviar gas a otros países de Europa si también se niegan a pagarlo en rublos y que el corte del suministro a Polonia y Bulgaria no es un chantaje sino respuesta a las sanciones que se le impusieron por la invasión de Ucrania.
El vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo a periodistas que la exigencia de Rusia de que se le pague el gas en rublos y no en dólares obedeció a sanciones occidentales por las que se congelaron sus reservas en divisas extranjeras en bancos en el exterior.
El portavoz, Dmitri Peskov, dijo que esto fue literalmente un “robo” de una “parte significativa” de las reservas rusas como parte de una “acción hostil sin precedentes” de Occidente contra Rusia.
Peskov advirtió que Rusia podría suspender sus suministros de gas a otros clientes europeos, además de Polonia y Bulgaria, si se niegan a abonarlo en rublos antes de la fecha de vencimiento del pago, informó la agencia de noticias AFP.
El vocero de Putin dijo que negarse a cambiar a rublos refleja un deseo occidental de “castigar a Rusia a toda costa en detrimento de sus propios consumidores, contribuyentes y productores”.
Peskov rechazó que la decisión rusa sea un “chantaje”, como dijeron la Unión Europea (UE), Bulgaria y Polonia. “Rusia fue siempre un proveedor confiable de recursos energéticos” y se apegó a sus obligaciones contractuales, dijo.
“Las condiciones fijadas forman parte de un nuevo método de pago elaborado tras unas acciones hostiles sin precedentes”, prosiguió. “No se trata de un chantaje”, añadió. Peskov señaló que la demanda de pago en rublos es puramente técnica y no cambia el precio u otras condiciones del contrato para los consumidores.