El mandatario porteño le dio una presentación oficial al plan “Primero la escuela” para la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, el interrogante principal que ha sembrado es ¿Primero la escuela o primero la salud?.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, brindó detalles acerca del plan “Primero la escuela” para el inicio de clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires a partir del 17 de febrero. Larreta dijo que “el 2021 no puede ser igual que el 2020 en términos educativos” y que “los chicos, los docentes y las familias necesitan certidumbre y por eso es que tenemos un plan para comenzar las clases el 17 de febrero de forma cuidada y con la mayor presencialidad posible”.
“Hoy en el mundo entero es contundente la evidencia de la necesidad de que los chicos vayan a las clases con sus docentes y compañeros. Primero, desde el punto de vista del aprendizaje. El año pasado, aún con todo el esfuerzo que se hizo con la virtualidad, la cantidad de chicos que no alcanzó los contenidos mínimos fue el doble que en años anteriores. Segundo, porque la presencia en el aula también es un mecanismo de inclusión social. Tercero, porque la suspensión de las clases presenciales también afecta el bienestar emocional de los chicos. Y también desde el punto de vista de la organización familiar, especialmente en las madres”, explicó el Jefe de Gobierno, ignorando que en el Reino Unido, como simple ejemplo, continúan canceladas las clases, y en los poco sitios en los que han vuelto, los picos de contagios las han llevado a retrotraerse. Es cierto, a virtualidad complica el acceso educacional de muchos niños, pero el apresurarse, aún más.
Además, Rodríguez Larreta señaló que “hoy la situación sanitaria de la Ciudad nos permite proyectar el inicio de clases para el 17 de febrero. Nuestro objetivo es lograr que todos los chicos vayan todos los días a la escuela, con la mayor presencialidad posible”. En ese sentido, aclaró que para “aquellos chicos o docentes que son factores de riesgo o que conviven con alguien que lo sea, tenemos organizado mantener la educación en forma virtual”.
El plan “Primero la escuela” tiene cuatro pilares. “Primero, ratificar que la educación es una actividad esencial». Al respecto, se prorrogará el decreto 147 que define y jerarquiza socialmente el carácter de la Educación y la declara como “actividad esencial”. La decisión marca la prioridad que tiene para el Gobierno de la Ciudad el futuro de los chicos y, tal como lo indicó UNICEF, destaca la importancia de mantener abiertas las escuelas en cualquier momento de la pandemia.
“El segundo pilar son los protocolos, la readecuación que hay que hacer en las escuelas para garantizar las clases de manera cuidada. El tercer pilar es poner todos los recursos de la Ciudad en función de la educación y desde el Ministerio de Salud vamos a garantizar el testeo de todos los docentes de la Ciudad cada 15 días”, agregó.
“Y el cuarto pilar es la participación ciudadana. A lo largo del año pasado hubo foros y encuentros virtuales donde participaron docentes, alumnos, directivos, padres, expertos, organizaciones educativas, para ir mejorando el proceso de virtualidad y la vuelta a la presencialidad. Nos acercaron muchísimas ideas e iniciativas que ayudaron mucho, por eso queremos reforzarlo. Invitamos a todos los vecinos de la Ciudad, sean o no de la comunidad educativa, a que nos ayuden y nos acerquen ideas de cómo podemos mejorar”, completó.
De la conferencia también participaron el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli; la ministra de Educación, Soledad Acuña; el ministro de Salud, Fernán Quirós, y el secretario de Transporte y Obras Públicas, Juan José Mendez.
Por su parte, Acuña explicó que este plan “es el resultado del diálogo que venimos realizando durante meses con docentes, directivos, ONGs y especialistas”.
“Con ellos estuvimos pensando cómo es una escuela con distanciamiento social, en pandemia. Pero también tenemos la evidencia enorme que se construyó durante el año pasado en los países que tuvieron las aulas abiertas durante la mayor parte del año, y de ellos pudimos aprender que las aulas abiertas no son un sinónimo de propagación del virus. Y lo más importante, aprendimos de la experiencia internacional que las aulas cerradas generan un daño enorme en la salud mental de los estudiantes”, dijo la ministra.