Hoy, el 35% de quienes tienen trabajo ganan por debajo de la línea de pobreza. El informe del Centro RA de la UBA reveló que los últimos años no han impactado positivamente para los trabajadores, sino que sus ganancias se han visto gravemente afectadas debido al aumento del valor de la canasta básica.
En la Argentina de Milei, conseguir un empleo no significa dejar de ser pobre. El fenómeno de trabajadores pobres se incrementó en los últimos años y aumentó significativamente en el último semestre y, hoy, el 35% de quienes tienen trabajo ganan por debajo de la línea de pobreza. Así lo reveló un informe publicado por el Centro de Estudios para la Recuperación de la Argentina (Centro RA) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
¿Qué sucede cuando no hay posibilidades de progresar económicamente, ni siquiera teniendo múltiples empleos? Inevitablemente, esa respuesta se cultivará durante los próximos meses a lo largo y ancho del país, en un contexto asfixiante que no concibe mejoras para las condiciones de vida de los trabajadores. Aun más; crece el desempleo a raíz de los despidos.
Según el informe, hay 265.950 nuevos desocupados en nuestro país. El crecimiento de 32.4% de desocupación de los primeros 3 meses del año nos deja con una totalidad de 1.088.000 personas sin trabajo en Argentina. Además, el nivel del empleo está en niveles similares al momento de la salida de la pandemia (tercer trimestre del 2021). Correlativamente, la tasa de desocupación crece proporcionalmente más que lo que desciende la tasa de empleo y actividad.
Si se toma como comparación el año 2017, los ingresos promedios de las personas ocupadas cayeron casi un 40%, 14 de los cuales fueron este último semestre, advierte el Centro RA. Esto demuestra que este fenómeno de los trabajadores pobres, cuyos salarios no alcanzan para cubrir una canasta básica de bienes y servicios, se agudizó en los últimos años.
La última medición advierte que 404.000 personas dejaron de estar ocupadas, lo que corresponde a un descenso de 3 puntos entre el cuarto trimestre de 2023 y el primero de 2024 (Gráfico 4). Esto se relaciona directamente con los 265.000 desocupados que mencionamos anteriormente. Los 139.000 restantes se convirtieron en subocupados demandantes. Esto significa que son personas que involuntariamente trabajan menos de 35 hs semanales y siguen buscando una nueva ocupación.
Cabe señalar que el grupo de los desocupados está conformado por todas aquellas personas que sin tener trabajo se encuentren disponibles para trabajar y han buscado activamente una ocupación en un período de referencia determinado.
El estudio detalla también las ramas en donde se han registrado los mayores descensos en el empleo. El rubro de la construcción concentra el 42.7% de los empleos perdidos. Este sector concentra altas tasas de precarización e informalidad. Entre las causas que explican la caída de este rubro en particular se encuentra la paralización de la obra pública. Los sectores productivos que siguen en cantidad de empleos perdidos son los de comercio y servicios financieros e inmobiliarios, que están directamente relacionados con la capacidad de consumo y el poder adquisitivo de las clases medias y trabajadoras.