Los diputados iniciaron una sesión especial para que el centrista Yair Lapid y el político de derecha nacionalista Naftali Bennett presenten su equipo, que se someterá a continuación a votación.
El líder del partido de derecha nacionalista Yamina, Naftali Bennett, asumió este domingo como primer ministro de Israel tras ser elegido por el Parlamento, y puso fin de ese modo a la era de Benjamin Netanyahu, el premier de más larga gestión en la historia del país.
Bennett fue elegido ajustadamente, con 61 votos de los 120 legisladores del Knéset (parlamento), en una sesión que fue interrumpida en numerosas ocasiones por miembros de la bancada de Likud, el partido de Netanyahu.
El nuevo gobierno, conformado por una coalición de la que integran ocho de los 13 partidos que tienen representación en el parlamento, tendrá 27 ministros, de los cuales nueves son mujeres, según la agencia de noticias Sputnik.
En el discurso que pronunció antes de recibir el voto de confianza, Bennett agradeció a Netanyahu y a su esposa Sara: “No siempre hemos estado de acuerdo, pero ambos han sacrificado mucho por Israel”, reconoció.
El flamante premier afirmó que el objetivo de su gobierno consiste en buscar soluciones prácticas.
Anunció que cerrará tres ministerios, ampliará la educación pública, mantendrá la eximición de los ultraortodoxos en edad militar del servicio en el Ejército y los liberará para que se incorporen a la fuerza laboral.
“Israel no es como cualquier otro país, es el sueño de generaciones de judíos desde Marrakesh a Budapest, desde Bagdad a San Francisco; cada generación tiene sus desafíos y cada generación tiene los líderes que necesita”, sostuvo.
Bennett se mostró favorable a la cooperación con Estados Unidos, aunque dijo que, en su opinión, es un error que Washington regrese al pacto de 2015 destinado a limitar el desarrollo nuclear de Irán.
El nuevo primer ministro también agradeció al otro gran artífice de la coalición, Yair Lapid, líder del partido centrista Yesh Atid y, a partir de hoy, canciller de Israel.
“Todos los ciudadanos israelíes se sienten avergonzados de ustedes y ahora nos recuerdan por qué tenemos que reemplazarlos”, dijo Lapid en un breve discurso dirigido a los legisladores que interrumpieron continuamente la sesión.
El punto más alto de tensión se produjo cuando los parlamentarios del partido de extrema derecha Sionismo Religioso fueron expulsados del recinto después de protestar contra Bennett y llamarlo “ladrón de votos”.