El nuevo protocolo establece que si el resultado del test rápido es negativo la burbuja no se aísla pero el caso sospechoso permanece aislado hasta contar con una PCR negativa.
La Ciudad de Buenos Aires implementará desde este viernes un nuevo protocolo para escuelas en la prevención del coronavirus, el cual, entre los principales cambios, incluye el aislamiento sólo de los caso sospechosos con síntomas mientras que el resto de la burbuja de alumnos continuará con clases presenciales.
Según informó el Gobierno porteño, “las nuevas medidas responden a una situación epidemiológica favorable y tienen como objetivo garantizar aún más horas de clase en las aulas para seguir recuperando los aprendizajes perdidos durante la pandemia”.
De esta forma, ante casos sospechoso con síntomas compatibles de Covid-19, las autoridades escolares indicaran “la realización del test rápido de antígeno y PCR dentro de las 24 horas”, mientras que el resto de la burbuja continuará con las clases presenciales habituales.
El nuevo protocolo establece que “si el resultado del test rápido es negativo: la burbuja no se aísla pero el caso sospechoso permanece aislado hasta contar con una PCR negativa”.
Además, en caso de no contar con el resultado del test para confirmar o descartar la infección del caso sospechoso dentro de las 48 horas, se deberá proceder al aislamiento preventivo de la burbuja hasta contar con el análisis.
En cambio si el test confirma un caso positivo, se deberá aislar a toda la burbuja por diez días corridos desde el último contacto con el caso confirmado.
Cuando haya un caso confirmado, los docentes, no docentes y estudiantes de Nivel Primario y Secundario que compartieron burbuja y fueron aislados, deberán testearse al séptimo día desde el último contacto con el caso confirmado para confirmar o descartar la infección.
Entre las medidas implementadas por el Gobierno porteño, también se informó que para “detectar casos asintomáticos y cortar la cadena de contagios”, habrá unidades de testeo móvil recorriendo las escuelas de Nivel Secundario para realizar testeos rápidos a los estudiantes de manera voluntaria, con autorización previa de sus familias.
Otras estrategias de prevención implementadas son la instalación de 1.300 purificadores con filtros HEPA que renuevan el aire en aquellos salones que así lo requerían, y un sistema de monitoreo aleatorio con medidores portátiles de CO2.
También se recordó que tanto los docentes como los no docentes pueden testeras cada 15 días “para disminuir la transmisión del coronavirus a través de la búsqueda activa de personas asintomáticas”.
Se seguirán las recomendaciones de ventilar las aulas, el uso obligatorio del tapaboca, la toma de temperatura al ingresar, el lavado frecuente de manos, la limpieza y desinfección de las superficies y la distancia entre burbujas.