Desarrollado por científicos argentinos, el suero inmunizador para pacientes con síntomas avanzados y severos de Covid-19 hoy empezará su repartición con una comercialización restringida para que solo lo adquieran hospitales, y así garantizar su correcta aplicación.
Este tratamiento innovador e íntegramente desarrollado en nuestro país fue aprobado por el ANMAT el pasado 22 de diciembre. Su objetivo es fortalecer la respuesta a los efectos provocados por el virus en aquellos pacientes cuyo estado desmejora con el correr del tiempo. El laboratorio ELEA será el encargado de la distribución, en tanto que la coordinación estará en manos de las obras sociales y los respectivos Ministerios de Salud de cada provincia, municipio, y por supuesto, el de nación.
Fernando Goldbaum, director del Centro de Rediseño e Ingeniería de Proteínas de la Universidad Nacional de San Martín (CRIP-Unsam) y socio fundador de la empresa biotecnológica Inmunova (dos de las instituciones que han participado en el desarrollo del proyecto), le indicó a Télam que “el suero permite evitar la proliferación viral y darle tiempo al paciente para desarrollar su propias defensas, evitando la inflamación respiratoria generalizada que provoca esta enfermedad”.
El bioquímico destacó que la primera intervención aprobada por ANMAT para atacar la enfermedad se haya diseñado en Argentina y explica su desenlace mediante el conocimiento del que es poseedor: “Un tratamiento por inmunidad pasiva significa que a los pacientes se les suministra anticuerpos generados en otro organismo, en este caso, un equino que fue hiperinmunizado por una proteína que funciona como antígeno y es la que utiliza el virus (Covid-19) para entrar a la célula”.
Posee una gran capacidad neutralizante anti SArs-CoV-2 y el medicamento se logra a partir del procesamiento de los anticuerpos, generando fragmentos con alta pureza y buen perfil de seguridad.
Según las conclusiones de Inmunova a partir de sus investigaciones, la efectividad del procedimiento es alta ya que los anticuerpos policlonales que genera se reproducen a gran velocidad y escala. Éstos también reconocen y unen en varias regiones a la molécula clave del virus, bloqueando los sitios de interacción con sus receptores. “Policlonal es la respuesta de un organismo inmunocompetente que, enfrentado a un antígeno determinado, activa muchos clones capaces de responder a él, mientras que los anticuerpos monoclonales provienen de un solo clon”, explica Goldbaum.
Por otro lado, Gustavo Lopardo, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), remarcó en porcentajes dicha efectividad. Así, pudo destacar que se estableció:
- Una disminución de la mortalidad de un 40% en la población total
- Una disminución de la mortalidad del 45% en la población severa
- Una disminución en la internación en unidad UTI del 24%
- Disminución del requerimiento de Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM) en un 36%
Este tratamiento también puede ser eventualmente complementario de otros, como el suero de pacientes convalecientes (coloquialmente llamado “plasma” de personas recuperadas), o los anticuerpos monoclonales que se están desarrollando en EEUU y Corea, entre otros países.
A su vez, se están realizando ensayos clínicos con sueros equinos en Brasil, México y Costa Rica, pero en estadios menos avanzados, y no se descarta la posibilidad de expandir las fronteras y que haya más países latinoamericanos utilizando el método desarrollado en Argentina por científicos nacionales.