El ataque sucedió en el noroeste de Ecuador. Era candidato por la alianza Actuemos, conformada por los partidos Suma y Avanza, que apoya al candidato Otto Sonnenholzner, quien fuera vicepresidente de Lenín Moreno.
El candidato a diputado ecuatoriano Rider Sánchez Valencia fue asesinado el domingo por la noche en la puerta de una parroquia del municipio de Quinindé, en el noroeste de Ecuador, tras recibir varios impactos de bala, informaron medios locales este lunes, en un nuevo caso de violencia política en ese país andino.
Fuentes sanitarias informaron que Sánchez Valencia fue trasladado aún con vida a un hospital, pero no resistió, informó el portal de noticias Nodal.
Sánchez Valencia buscaba llegar al Parlamento auspiciado por la alianza política Actuemos, conformada por los partidos Suma y Avanza, que apoya al candidato Otto Sonnenholzner, quien fuera vicepresidente de Lenín Moreno. Moreno fue vice primero de Rafael Correa, luego llegó al poder como su delfín y durante su inestable mandato dio un giro político de 180 grados y se convirtió en un ferviente anticorreista.
Sonnenholzner, el candidato presidencial que apoyaba la víctima, se pronunció en redes sociales luego del homicidio de Sánchez Valencia. “Mis más sinceras condolencias a sus familiares y amigos. Tenemos un compromiso: terminaremos con esta plaga“, escribió Sonnenholzner en Twitter. Por su parte, la Policía indicó que desplegó sus unidades especializadas para hallar a los responsables.
En mayo pasado, envuelto en una ola de violencia criminal y a punto de ser condenado en un juicio político en la Asamblea Nacional, el presidente Guillermo Lasso, decidió disolver el parlamento, llamar a elecciones anticipadas para el próximo 20 de agosto y gobernar en el interín por decreto, con la única limitación de que la Corte Constitución ratifique sus decretos-leyes.
Al principio movimientos sociales y la oposición repudiaron la decisión e intentaron frenarla en la Justicia. Sin embargo, de entrada se dividieron entre los que prefirieron concentrarse de lleno en la campaña -como el correismo- y los que querían evitar seis meses de Gobierno de Lasso por decreto. En consecuencia, pocas semanas después y tras el rechazo judicial, la resistencia política se diluyó y los tiempos electorales comenzaron a correr.