Luis Rubiales anunciará en las próximas horas cuál será su futuro tras el contundente comunicado de Jennifer Hermoso, jugadora la que el presidente de la RFEF besó sin su consentimiento.
El escándalo que se desató en España luego que Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, haya besado sin consentimiento a la futbolista Jennifer Hermoso luego de la final del Mundial entre el seleccionado femenino español e Inglaterra, tendrá un final. El dirigente ya le comunicó a su entorno que presentará su renuncia en las próximas horas en la Asamblea Extraordinaria de la RFEF.
Los hechos que se fueron sucediendo horas y días después del desagradble gesto que tuvo Rubiales, concluirá con un desenlace más que esperable. Desde que la propia “Jenni” Hermoso reconociera que nunca le había dado permiso al directivo español para besarla, el repudio de distintas organizaciones del país europeas se fueron sumando para que existiera una sanción ejemplar.
La situación que terminó de convencer al directivo de 46 años fue el contundente comunicado que realizó Hermoso, quien cuenta con el apoyo del sindicato de jugadoras y su agencia de representantes. “Mi sindicato FUTPRO, en coordinación con mi agencia TMJ, se están encargando de defender mis intereses y ser los interlocutores sobre este asunto. Es fundamental que nuestra selección, actual campeona del mundo, esté siempre representada por figuras que proyecten valores de igualdad y respeto en todos los ámbitos. El sindicato está trabajando para que actos como los que hemos visto nunca queden impunes, sean sancionados y se adopten las medidas pertinentes para proteger a los futbolistas de acciones que consideramos inaceptables”, se lee en el escrito de la jugadora campeona del mundo.
Tras esto, el diario El País manifestó que “la decisión se precipitó durante las últimas horas de la tarde del jueves, luego de reunirse con su equipo de confianza” y aclaró que “instado por varios de los presidentes de las federaciones provinciales, Rubiales optó por el cese voluntario ante la posibilidad de ser inhabilitado por el Consejo Superior de Deportes (CSD”. Según el medio Grupo Prisa, “la renuncia se formalizará en la asamblea de la federación, reunida en convocatoria extraordinaria este viernes. Allí pretendía el todavía presidente recabar los máximos apoyos posibles, hacer un balance de su gestión en el fútbol femenino y sacar pecho por los logros cosechados en los últimos años. Pero la decisión de muchos asambleístas de no asistir a la convocatoria y la asunción de que no contaría con los apoyos deseados precipitó el paso”.
Sin embargo, el escándalo que produjo el beso no consentido fue aprovechado por distintos lugares dirigenciales que ya no tenían buena relación con Rubiales. Uno de los clubes que hizo público su rechazo al presidente y a apoyarlo en la asamblea fue el Cádiz, que hasta incluso se manifestó en sus redes sociales sobre el hecho. A partir de esto, otras instituciones copiarán la actitud del club “Gaditano” y todo indica que ninguno se presentará a la reunión del próximo viernes, en la que el mandamás dirigencial pretendía ganar apoyos de urgencia.
Otro de los detalles que no pasó desapercibido fue el expediente disciplinario que abrió la FIFA a Rubiales, en el que se lo acusa de violar los artículos 13.1 (cumplir con los principios de juego limpio, libertad e integridad) y 13.2 (utilizar un evento deportivo para manifestaciones no deportivas). Según Marca, esto fue la gota que colmó el vaso para presentar su renuncia: “La presión social y deportiva ha obligado a Rubiales a dar un paso que no estaba dispuesto a dar y que a ojos de la mayoría de los actores de este asunto ha llegado incluso demasiado tarde”.