La reforma que impulsa el presidente Emmanuel Macron busca aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
El Senado francés dio media sanción la noche del sábado a la reforma del sistema jubilatorio que impulsa el presidente Emmanuel Macron, en medio de multitudinarias protestas en su contra. Entre los principales puntos, la reforma eleva la edad jubilatoria de 62 a 64 años. El proyecto aun debe conseguir la otra media sanción esta semana en la Cámara Baja.
“Se dio un paso importante”, declaró la primera ministra Elisabeth Borne, después de que 195 senadores votaran a favor y 112 en contra. Y agregó: “A pesar de los intentos de obstrucción por parte de ciertos grupos, el debate democrático se llevó a cabo”. La primera ministra dijo que el Gobierno insistirá con la reforma hasta lograr convertirla en ley.
En respuesta a la media sanción del sábado, los sindicatos convocaron una protesta con la esperanza de atraer a más trabajadores y con la intención de forzar a Macron a dar marcha atrás. Según el Ministerio del Interior, se manifestaron un total de 368 mil personas en toda Francia y de ese total 48 lo hicieron solo en París.
Según los sondeos, dos de cada tres franceses se oponen al plan del Ejecutivo de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como hasta ahora) para cobrar una pensión completa. El rechazo se plasmó en las protestas, pero también en huelgas en los transportes y el sector de la energía.
“Es la recta final”, dijo Marylise Leon, la secretaria general adjunta de la Confederación Francesa Democrática del Trabajoen una entrevista a la emisora Franceinfo. El líder de ese sindicato, Philippe Martínez, opinó que la tensión entre franceses que se oponen a la reforma y el Ejecutivo está en su peor momento luego de que Macron desistiera la semana pasada reunirse con sindicatos.
“Cuando hay millones de personas en las calles, cuando hay huelgas y todo lo que obtenemos de la otra parte es silencio, la gente se pregunta: ¿Qué más tenemos que hacer para que se nos escuche?”, dijo, pidiendo un referéndum sobre la reforma. Y propuso: “Ya que está tan seguro de sí mismo el presidente de la República, debería de consultar al pueblo. Veremos cuál es la respuesta del pueblo”.