En medio de negociaciones para reflotar el acuerdo atómico de 2015 entre Teherán y las potencias, la acusación por parte de Irán a Israel eleva las tensiones en Medio Oriente.
Irán acusó este lunes a Israel de atacar su planta de enriquecimiento de uranio de Natanz y prometió “venganza”, un hecho que elevó las tensiones en Medio Oriente en medio de negociaciones para reflotar el acuerdo atómico de 2015 entre Teherán y las potencias.
La central atómica subterránea de Natanz sufrió el domingo un apagón un día después de poner en funcionamiento nuevas centrifugadoras que enriquecen uranio más rápido, y horas después autoridades iraníes denunciaron un ataque “terrorista”, pero sin acusar a nadie.
El vocero de la Cancillería iraní dijo que Israel fue responsable del ataque, luego de que medios israelíes con llegada al Ejército y los servicios de inteligencia del país afirmaran ayer, sin citar fuentes, que Natanz había sufrido un ciberataque.
“Con esta acción, el régimen sionista ha intentado por supuesto vengarse del pueblo iraní por la paciencia y la sabiduría que ha demostrado en lo concerniente el levantamiento de las sanciones”, afirmó el vocero Said Khatibzadeh, en referencia a Israel.
Es aún “demasiado pronto” para determinar los daños materiales causados por el ataque”, agregó en una conferencia de prensa en Teherán.
“Tenemos que inspeccionar cada una de las centrifugadoras para evaluar los daños”, indicó, citado por la agencia de noticias AFP.
De este modo, acusó indirectamente a Israel de querer hacer naufragar las conversaciones en curso en Viena para intentar que Estados Unidos vuelva al acuerdo internacional de 2015 y levante las sanciones que volvió a instaurar contra Teherán.
La semana pasada, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, advirtió que “un acuerdo con Irán que allanara el camino hacia las armas nucleares (…) no sería vinculante en modo alguno” para su país.
Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, denunció unilateralmente en 2018 el acuerdo nuclear con Irán alcanzado en Viena tres años antes, restableciendo de paso las sanciones estadounidenses que se habían levantado en el marco del pacto.
Como represalia, desde 2019 Irán se ha alejado de la mayoría de los compromisos clave para limitar sus actividades nucleares que asumió en Viena.
Joe Biden, que sucedió a Trump en enero, señaló su intención de reincorporarse al acuerdo de Viena.
Teherán siempre negó querer una bomba atómica, y el presidente Hasan Rohani reiteró el sábado que todas las actividades nucleares de su país eran puramente “pacíficas”.
A principios de julio de 2020, una planta de ensamblaje de centrifugadoras perfeccionadas en Natanz resultó gravemente dañada por una misteriosa explosión.
Las autoridades concluyeron que se trataba de un “sabotaje” de origen “terrorista”, pero aún no dieron a conocer los resultados de su investigación.